30 de junio de 2019. Toda España (e incluso Europa) está ocupada por una sofocante ola de calor. ¿Toda? ¡No! Una esquinita al noroeste del país resiste, todavía y como siempre, a este insoportable bochorno.
Una vez más tenemos ganas de salir a mover un poco las piernas, pero yo también estoy teniendo una época dura de trabajo y necesito descansar, así que optamos por reposar por la mañana y hacer una rutilla cerca de casa por la tarde.
Comemos en Lestedo, en el concello de Boqueixón, para ponernos a caminar después cuanto antes. Queremos subir al pico Sacro, una montaña muy discreta en altitud (533 m) pero visible desde muchos puntos de Galicia. De hecho, la montaña más cercana al pico Sacro y más alta que él es el monte Xesteiras (715 m), a más de 18 km de distancia. Es decir, en el resto de direcciones, hay que irse todavía más lejos para encontrar algún monte que le haga algo de sombra a este pico. Su característica silueta le hace, además, inconfundible.
Cuando salimos de la capilla de Nosa Señora de Lourdes en dirección a Cachosenande no estamos ni a 20 grados y llovizna. Está un día tristón. Vamos por carretera, pero no pasa ni un coche. Allí pasamos por el Centro de Interpretación del Pico Sacro, que está cerrado. Eso sí, el portal de acceso a la finca está abierto y le echamos un ojo a la casa desde fuera, una antigua casa rectoral rehabilitada. ¡No nos importaría que fuese nuestra!
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- Capilla de Nosa Señora de Lourdes, en Lestedo.
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- Iglesia con un curioso campanario en Cachosenande.
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- Al fondo, el Pico Sacro.
En Cachosenande cogemos la pista que lleva hacia el Pico Sacro. Es tan ancha que parece una autovía, pero la abandonamos pronto para acometer uno de los tramos más empinados de la subida. Toda la zona está llena de eucaliptos reforestados. Da un poco de pena. Con lo bonito que sería un bosque de árboles autóctonos…
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- Comienzo de la pista que sube al Pico Sacro.
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- Eucaliptos a un lado. Castaños al otro. Está claro cuál es el lado bonito, ¿no?
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- Ya se intuye la escalera de madera que nos llevará hasta arriba.
Esta primera parte de la ruta no es demasiado larga y en tres kilómetros ya estamos arriba. Desgraciadamente, las nubes han ido bajando a medida que nosotros subíamos y no podemos disfrutar de las vistas. Un cartel nos explica lo que nos estamos perdiendo: una de las vistas panorámicas de mayor extensión de toda Galicia. Desde aquí puede verse la ría de Arousa, la Serra do Barbanza, la catedral de Santiago, las tierras de Arzúa, Melide y Palas de Rei, el valle del Ulla y las Serras do Careón, do Faro y do Candán entre otras. Es una pena, pero bueno, no nos queda demasiado lejos, así que podremos volver otro día.
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- Pico Sacro y capilla de San Sebasián.
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- ¡Ya no falta nada!
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- Llegando al vértice geodésico.
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- Qué pena de vistas…
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- Hay varios caminos que rodean la cumbre. Hay que investigar.
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- Curioso pasadizo al lado de la cumbre: rúa da Raíña Lupa.
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- La escalera que lleva hasta la cumbre… y la niebla de fondo.
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- En la cumbre del Pico Sacro.
Tras dar unas cuantas vueltas por la zona alta del pico emprendemos la bajada. Si hemos subido por el sur, ahora bajamos hacia el noroeste. El camino está muy roto, así que a veces prefiero ir sobre los matorrales para no resbalar.
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- Emprendiendo la bajada.
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- Ay, si no hubiese niebla…
A partir de aquí vamos alternando zonas de eucaliptos con otros bosquecillos mucho más bonitos. La llovizna también ha parado, así que el paseo se hace más agradable. De todas formas, no sé por qué, voy algo cansada y noto que camino algo más lento de lo normal. ¿Será por haber empezado la ruta después de comer? ¿Por la humedad? Quién sabe. A lo mejor es que el cuerpo ya me está pidiendo vacaciones.
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- Mezclamos tramos de bosque bonito…
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- …con otros de eucalipto.
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- Hubo que hacer algún equilibrio, pero sin mayor problema.
Algo antes de llegar a la aldea de Quián pasamos por una finca con cierre electrificado. No llegamos a ver animales, pero esa parte del camino nos pareció muy bonita. Los castaños tienen la flor en su máximo apogeo. ¡Menos mal que no somos alérgicos!
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- Este tramo me pareció muy bonito.
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- ¡Cómo están las flores de los castaños!
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- Aquí íbamos al lado de un río, y se nota en los árboles.
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- Si miramos hacia atrás, el Pico Sacro no nos abandona.
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- Pasando por la zona electrificada.
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- Aunque este camino está asfaltado, parece que no pasan muchos coches…
Poco después de cruzar Quián nos toca atravesar la vía del tren varias veces al tiempo que caminamos entre zonas de cultivo. Y casi sin darnos cuenta, distinguimos a lo lejos el campanario de la iglesia de Cachosenande, por la que pasamos al principio de la ruta. Esto significa que ya no nos queda nada.
Volvemos a tener el Pico Sacro de frente.
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- Hemos cambiado los bosques por zonas de cultivo.
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- Viñas, campos y puente sobre la vía del tren.
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- Una de las veces que cruzamos la vía del tren.
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- Ya vemos al fondo el campanario de la iglesia de Chachosenande.
Al llegar al coche nos cambiamos las botas y nos ponemos rumbo a casa. Noto que empiezo a estar ya un poco cansada de que no llegue el verano. ¿Cuánto faltará? Para las vacaciones, ¡ay!, todavía falta mes y medio…
Más información sobre esta ruta…
Descubrimos esta ruta en el libro Galicia. Rutas con leyenda, de Sua Edizioak. De todas formas, aunque muy parecida, no la hicimos tal cual.
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 11,7 km
- Fecha de realización: 30/06/2019
- Desnivel de subida: 446 m
- Desnivel de bajada: 446 m
- Punto más alto: 529 m
- Punto más bajo: 183 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 1
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
Mapa
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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