Hoy vamos a subir al pico Jano desde Cosgaya, pueblo del municipio cántabro de Camaleño, en plena comarca de Liébana. La subida más habitual a este pico es desde Dobarganes, en la vecina Vega de Liébana, pero encontramos esta opción en un libro que me compré ayer mismo en Potes y nos pareció que podría ser interesante.

Cosgaya se encuentra en la carretera que une Potes con Fuente Dé y como es un pueblecillo pequeño y con calles estrechas y nos dio algo de miedo meternos en él con la furgoneta, la dejamos en un aparcamiento que hay en la misma carretera, justo delante del desvío. Creo que es la mejor opción incluso yendo con coche.

Hace un frío que pela, tan solo un gradito, por lo que no nos importa nada ponernos a subir. Caminamos hasta lo alto del pueblo pasando junto a un monumento a Don Pelayo, ya que resulta que hay historiadores que sitúan aquí su origen. Cuando se acaba el pueblo tomamos una pista que pasa junto a una granja y allí se nos unieron dos perritas. No nos preocupa demasiado porque después volveremos otra vez por aquí.

El camino sube sin tregua hasta desembocar en un prado. En realidad, es posible que el camino continúe, pero en cierto punto las hojas caídas en él nos llegaban hasta la rodilla de tanto que se hundía el pie en ellas y decidimos abandonarlo. A pesar de esta ausencia de camino tampoco es difícil orientarse en el prado: siempre de frente y hacia arriba.

La vista del prado con el bosque de fondo es bonita, pero hacia atrás, roza lo indescriptible. Los Picos de Europa lucen en todo su esplendor con la luz de la mañana. Las paradas para echar la vista atrás son inevitables. Y muchas. El prado está bastante embarrado, aunque tenemos suerte porque al estar congelado no presenta ningún problema. A ver cómo está cuando volvamos…

Cuando el prado se termina aparece un camino que nos introduce en un hayedo. Bajo los árboles no ha caído helada y aquí sí que nos ponemos perdidos de barro.

No llevamos ni 3 km recorridos de continua subida cuando alcanzamos el collado de Dobarganes y el panorama cambia totalmente. Nos da el sol (¡al fin!), hemos cambiado las hayas por robles y el camino llanea durante un rato.

Disfrutando de las nuevas vistas hacia esta vertiente acabamos llegando a una pequeña presa artificial que tiene muy poca agua. Aquí empezamos a encontrarnos las señales de la ruta que viene de Dobarganes, el PR-S 95, aunque en la actualidad se encuentra deshomologado. En cualquier caso, vamos siguiendo esas marcas. También nos desviamos un momento para ver los restos del castro de la Tejera, aunque poco se ve. Solo intuimos la entrada de un dolmen.

El senderito va subiendo sin cesar, pero el entorno es tan maravilloso que apenas pensamos en el esfuerzo que estamos haciendo. De todas formas, aunque ya nos queda poco, paramos un momento para tomar unos frutos secos. Al cruzar el collado Pandal, que vuelve a cambiarnos de orientación, reaparecen las hayas.

Y así, subiendo y subiendo con algún pequeño llano que permite descansar las piernas y embobados con el paisaje que nos rodea, casi sin darnos cuenta, llegamos a la cumbre del pico Jano (1.446 m). ¡Qué maravilla! Es inevitable comenzar admirando los Picos de Europa ya que nos encontramos en un mirador privilegiado, pero destacan también la montaña palentina y los valles que quedan bajo nosotros.

Nos acercamos hasta la cumbre norte del pico, aunque sea un pelín más baja, para tener una mejor perspectiva del valle. Volvemos a la cima y hacemos fotos y más fotos. Es un sitio tan especial… Siempre que vengo a la zona de Potes me siento muy feliz.

Nos habría encantado comer aquí, pero hace aire y tenemos frío. Es mejor bajar. Esta primera parte del descenso la hacemos por pista hasta cerca del embalse, donde retomamos el camino por el que hemos subido. Antes de esto paramos a comer junto a un abrevadero. A nuestras compañeras de ruta les acabamos dando unos trocitos de pan.

Por cierto, estas compañeras han resultado ser muy simpáticas. Nunca nos adelantan y van siempre detrás del último salvo cuando nos paramos a hacer alguna foto. Y cuando nos detenemos, se ponen a jugar entre ellas.

Teníamos algo de miedo de que el camino de vuelta se nos hiciese algo pesado por el barro, pero nada más lejos de la realidad. Las vistas que llevamos ahora de frente son tan, tan, tan increíbles…

En cuanto llegamos de nuevo a la granja las perritas salieron disparadas persiguiendo a una oveja. Ni se despidieron de nosotros ni nada, pero… ¡cómo nos amenizaron el día!

La verdad es que esta ruta nos ha parecido una maravilla y volvemos enamorados de ella. El pico Jano no pertenece a los picos de Europa y tiene una altitud bastante modesta, pero es probable que eso sea lo que le hace tan especial: las vistas privilegiadas que tiene hacia ellos.

Más información sobre esta ruta

Descubrimos esta ruta en el libro Senderismo por las montañas de Cantabria. 50 rutas para disfrutar de nuestro patrimonio natural, de la editorial Librucos.

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30/03/2023 16:59
  • Distance Instructions
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Datos técnicos

  • Longitud: 12,6 km
  • Fecha de realización: 12/01/2023
  • Desnivel de subida: 807 m
  • Desnivel de bajada: 807 m
  • Punto más alto: 1.446 m
  • Punto más bajo: 668 m
  • Tipo de recorrido: Piruleta
  • MIDE / Severidad del medio natural: 3
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 3
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

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