Nuestra estancia en el Parque Natural de Redes ha llegado a su fin, pero antes de emprender el viaje de vuelta vamos a hacer una última ruta. Las dos anteriores han dejado el listón muy alto… ¿Conseguirá sorprendernos la de hoy?
Esta vez nos vamos al municipio de Sobrescobio para hacer un sendero homologado, aunque con algunas pequeñas variaciones. Dejamos el coche en un amplio aparcamiento que hay justo a la entrada de Campiellos, terminamos de prepararnos y nos ponemos en marcha. No hemos recorrido ni 100 metros cuando vemos, horrorizados, que de un autobús aparcado en el centro del pueblo salen decenas de senderistas que están cogiendo el mismo camino que nosotros. No puede ser, qué puntería… Suponemos que un grupo tan grande se estirará bastante y esperar a que pasen todos nos puede retrasar mucho, así que optamos por lo contrario: vamos a ver si conseguimos dejarles atrás.
Comenzamos a subir con un ritmo endiablado. La pista, ancha y cómoda, permite llevar buen paso, pero eso sí, siempre cuesta arriba. Enseguida adelantamos a todo el grupo porque acaban de empezar y poco a poco vamos dejándoles atrás. Incluso hacemos pocas fotos para no ceder hueco. Al principio la ruta transcurre entre árboles que a medida que ganamos altitud van desapareciendo. Al desaparecer los árboles surgen las buenas vistas… y comienza a ser difícil no pararse.
Aunque parece que a buena parte del grupo lo hemos dejado bastante atrás, unas seis o siete personas mantienen un ritmo similar al nuestro y no acabamos de separarnos lo suficiente de ellos. Comprendemos que no tiene sentido hacer la ruta corriendo y no disfrutarla plenamente, por lo que optamos por parar para dejarles pasar. Que corran ellos todo lo que quieran. Al final, es lo que fuimos haciendo a lo largo del día: ir buscando los huecos grandes que quedaban entre ellos (porque compartían autobús, pero creo que poco más).
La ruta transcurre sin complicaciones, hasta ahora siempre por pista. Tras pasar la collada Saús o de Canigüe vemos al fin nuestro principal objetivo de hoy: La Xamoca. Cuanto más subimos, más amplias y mejores son las vistas. Ayuda sobremanera el diazo que nos acompaña, con alguna diminuta nube baja que más que tapar, adorna el paisaje.
Cuando estamos casi al pie de La Xamoca la pista gira de golpe a la derecha y poco después llegamos a una majada con un espléndido mirador. Las vistas desde aquí bien merecen una parada. Es una pena que el sol esté de frente y, sobre todo, la línea de alta tensión que cruza este paraje. Y más sabiendo que no funciona y está previsto retirarla en algún momento (según nos contaron en el centro de interpretación del parque), pero a saber cuándo.
Poco después de retomar la marcha, al fin se abandona la pista. A partir de aquí hay que ir muy atentos a las señales… y al sentido común. Justo al terminar la zona herbosa escuché a algunas de las personas que estaban delante (que ya no veía porque se habían adentrado en una zona con vegetación espesa) quejarse de que ese paso era muy difícil y que resbalaba mucho. Levanté entonces algo la vista, miré a los lados y vi una hermosa señal a la izquierda. Sergio fue a avisarles, pero a ellos les gustaba ir por ahí. Supongo que irían siguiendo ciegamente algún track. Pues mejor, un poco de soledad para nosotros.
Todo el tramo que viene a continuación hasta la cumbre de La Xamoca no es sencillo. Pocas veces hay una senda clara, por lo que es fundamental ir buscando las marcas blancas y amarillas pintadas en las rocas. Y si no las vemos, hay que tener el rumbo claro.
Al cabo de un rato siguiendo esta crestecilla y después de pararnos una infinidad de veces para disfrutar de las vistas, llegamos a la cumbre de La Xamoca (1.281 m). Los que iban delante de nosotros ya se han ido y los que vienen por detrás, como han ido por otro lado, no sabemos dónde están. ¡Qué gusto disfrutar de este lugar nosotros solos!
La Xamoca es una cumbre muy curiosa porque en ella hay un pequeño hayedo. Nos tapa un poco las vistas hacia el norte y el este, pero el resto son fabulosas. Hacia el sur vemos el embalse de Rioseco y más montañas de Redes. Hacia el oeste, la zona de Quirós y las Ubiñas. Distinguimos también Peña Mea. A pesar del viento, nos quedamos un buen rato disfrutando de esta cima. Cuando llega la siguiente parte del grupo, nos marchamos.
Recorremos un tramo de cresta sobre nuestros pasos yendo bien atentos al punto en el que nos queremos desviar ya que nos vamos a salir de la ruta señalizada. El sendero homologado transcurre por la ladera de la montaña que nosotros queremos recorrer por su cordal enlazando varias pequeñas cimas. Atravesamos un bosquecillo y ya tenemos ante nosotros buena parte de lo que nos queda de ruta.
Empezamos subiendo al pico Les Llombes (1.139 m). A ratos hay una senda más o menos clara, en otros momentos escogemos nosotros por dónde ir, pero al ir recorriendo el cordal no hay pérdida posible. Estamos yendo hacia el este y los Picos de Europa se ven majestuosos. ¡Qué suerte estamos teniendo con la nitidez del día!
La siguiente cumbre (y la última por hoy) es el pico La Carba (1.132 m). En esta zona hay algunos tojos bajos que nos provocan algún que otro pinchazo, pero las vistas todo lo curan.
Pretendíamos comer al terminar la ruta porque aún es temprano, pero en el collado Unqueru vemos unas piedras tan apetecibles junto a las ruinas de una cabaña que decidimos quedarnos allí mismo. En ese punto nos reencontramos también con la ruta señalizada.
Retomamos la marcha y nos enfrentamos al peor tramo, y con mucha diferencia, de toda la ruta. El camino, pista, o lo que sea, está completamente anegado de agua. Y no es algo puntual. Hay hasta juncos. Poco más de 100 m nos llevaron sobre media hora. ¡Menos mal que llevábamos bastones!
Superado ese tramo, la ruta continúa sin mayores incidencias. A medida que nos adentramos en el valle las vistas van desapareciendo y vuelven a aparecer los árboles. Al cabo de un rato volvemos a abandonar el sendero homologado en un cruce. La ruta oficial termina en Rioseco, pero nosotros debemos volver a Campiellos, que es donde tenemos el coche.
Una vez en Campiellos no nos entretenemos demasiado. Nos espera un largo viaje de vuelta a casa…
Esta ruta me ha parecido una maravilla absoluta y debo darle las gracias a Fer, la persona que me la recomendó, porque hemos disfrutado de ella como enanos. El día de hoy ha sido de felicidad total.
Más información sobre esta ruta
Una persona que conoce muy bien el Parque Natura de Redes me dijo que La Xamoca era imprescindible. Al buscar información en Internet descubrí que había un sendero homologado, el PR-AS 123, que subía hasta allí. De todas formas, ese no es circular. Termina en Rioseco. La ruta circular, pero sin ir por la cresta, aparece en el libro Parque Natural de Redes. 25 rutas a pie, de Calecha Ediciones. Buceando un poco más llegué hasta el blog Hiking Asturias, donde descubrimos la opción de recorrer la cresta.
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Si quieres ver más rutas en el Parque Natural de Redes, pincha AQUÍ.
Recuerda que en nuestro MAPA INTERACTIVO puedes encontrar otras rutas cercanas a esta que quizás te interesen...
- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 12,6 km
- Fecha de realización: 01/11/2021
- Desnivel de subida: 905 m
- Desnivel de bajada: 905 m
- Punto más alto: 1.281 m
- Punto más bajo: 512 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 3
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 3
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
Mapa
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Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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