Ya estamos en julio, pero por ahora en Galicia no se está notando demasiado y aunque para nosotros es bastante habitual refugiarnos en Ourense para escapar de las lluvias costeras, no recuerdo haberlo hecho nunca en verano. Lo bueno es que por una vez vamos a disfrutar de los maravillosos bosques de esta provincia bien verdes. Vamos con el relato de la ruta.

El municipio de Toén cuenta con un sendero circular homologado de 26 km. Como es bastante largo, han tenido el detalle de atravesar ese círculo con un par de variantes que posibilitan hacer rutas circulares más cortas, y es lo que pretendemos hacer hoy.

La ruta parte de Moreiras y allí empezamos la jornada parando en una panadería para comprar pan y una empanada y a continuación en un bar, para hacernos con los bocadillos que comeremos en un rato. La ruta oficial sale de ahí mismo, pero nosotros nos acercamos en coche (aunque está muy cerca) a la iglesia de San Pedro de Moreiras para comenzar desde ahí. Su tamaño impresiona y vale la pena echarle un buen ojo por dentro y por fuera antes de empezar a caminar.

En la plaza de la iglesia vemos ya una flecha que nos señala la variante 1 (uno de los “atajos” que permiten acortar la ruta), y por ahí salimos. En cuanto dejamos atrás Moreiras los caminos se van sucediendo entre bosques de robles y algún pinar. No es un tramo espectacular, pero apenas tiene asfalto y se camina de forma cómoda. No está mal para empezar.

En la aldea de O Fondón es donde termina esta variante y nos unimos al recorrido circular largo. Vamos a ir hacia el norte, en dirección Mugares y buena parte de los caminos por los que circularemos ahora están cubiertos de hierba. Hasta aquí no hemos tenido fuertes subidas o descensos, pero tampoco ni un metro llano. Parece que va a ser una ruta rompepiernas.

Mugares es un pueblo de cierto tamaño que vale la pena recorrer por su gran patrimonio etnográfico. Visitamos un lavadero y una fuente, un palomar, hórreos (por desgracia, cayéndose a trozos), la iglesia de Santa María de Mugares… Nos llama la atención que las casas están bastante cuidadas y suponemos que se debe a estar tan cerca de Ourense capital. Parece que a esta aldea todavía no le afecta la despoblación.

Mientras atravesamos Mugares vemos una flecha que nos dirige hacia el palomar. Aunque no forma parte del recorrido oficial, vale la pena hacer ese desvío porque sube a la parte alta del pueblo y ofrece unas vistas fantásticas. Tanto, que decidimos parar a comer unos cacahuetes. No tanto por hambre, sino por ganas de quedarnos allí un rato.

Saliendo de Mugares nos acercamos a ver la ermida das Angustias y a continuación empieza, aunque en ese momento todavía no lo sabíamos, el tramo más bonito de la ruta. La bajada es seria, al menos comparándola con los descensos y subidas suaves que habíamos tenido hasta ahora.

El bosque en el que nos adentramos, lleno de inmensas rocas de granito por el medio, es espectacular. Tras cruzar un pequeño regato empezamos a subir. Pasamos incluso junto a las ruinas de unas antiquísimas bodegas que nos obligan a preguntarnos quién habrá utilizado hace cientos de años esos caminos. ¿Y dónde estaban los viñedos? El camino es cada vez más bonito.

Estamos muy cerca del río Miño, casi encima, y mirando el mapa da la sensación de que vamos a pasar por unos miradores fantásticos. Pero no, la vegetación apenas nos deja tener vistas. De todas formas, lo poco que conseguimos ver asomándonos por algún recoveco nos muestra que no vale la pena. Estamos encima de la autovía (cuyo sonido nos lleva acompañando un buen rato) y al estar tan cerca de Ourense lo que se ve son polígonos y zonas muy urbanizadas. Mucho mejor que el bosque nos tape todo eso.

En uno de estos puntos altos decidimos parar a comer. La lluvia hizo un pequeño amago de aguarnos la parada, pero solo quedó en una amenaza. Es increíble. ¡Estamos en julio y no hace nada de calor en Ourense! Todavía nos queda un tramo de bosque bonito, pero se termina en cuanto llegamos a la carretera.

Los desniveles vuelven a suavizarse y el paisaje cambia de nuevo. Todavía nos queda algún pequeño bosquecillo, pero lo que predomina es una zona de alta de matorral con el camino recién segado. La ruta finaliza al llegar de nuevo en Moreiras.

Antes de coger la autovía para volver a casa paramos en Toén para la cervecita post ruta y en un mirador para despedirnos del Miño. Hoy hemos estado muy cerca, pero casi no lo hemos visto.

Más información sobre esta ruta

La ruta que hemos hecho es un tramo del PR-G 186 utilizando la variante PR-G 186.1.

Si quieres ver más rutas en la provincia de Ourense, pincha AQUÍ.

Recuerda que en nuestro MAPA INTERACTIVO puedes encontrar otras rutas cercanas a esta que quizás te interesen...
08/07/2021 05:00
  • Distance Instructions
Label

Datos técnicos

  • Longitud: 13,2 km
  • Fecha de realización: 04/07/2021
  • Desnivel de subida: 478 m
  • Desnivel de bajada: 478 m
  • Punto más alto: 494 m
  • Punto más bajo: 228 m
  • Tipo de recorrido: Circular
  • MIDE / Severidad del medio natural: 2
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 2
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

ruta_de_moreiras_en_toen_variante_norte

Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.