Se termina este pequeño puente de mayo, por lo que hoy es nuestro último día en el Parque Natural de Montesinho. Tras dudar un poco sobre qué ruta escoger, optamos por este sendero señalizado circular que parte de la aldea de Vilarinho.
Pero antes de empezar con la ruta, me parece interesante contar una pequeña historia. El oso pardo se extinguió en Portugal en el siglo XIX. Concretamente, se mató al último ejemplar del Gerês en 1843. En España llegó a estar al borde de la extinción hasta finales del siglo XX, siendo algunas áreas de la Cordillera Cantábrica su último reducto. Por suerte, gracias a un buen programa de conservación, esta situación se ha ido revirtiendo y la población de oso pardo vuelve a extenderse poco a poco.
Los osos son animales solitarios. Los únicos grupos que se forman son los de las hembras con sus crías hasta los 16 o 18 meses de edad. Por lo demás, solo se juntan de forma temporal en zonas de abundante alimento o en la época de apareamiento.
En la Cordillera Cantábrica las hembras son muy fieles al territorio en el que nacen y nunca se alejan demasiado de su zona, mientras que los machos pueden caminar distancias muy importantes en busca de hembras, sobre todo los machos jóvenes.
Debido a lo anterior, cada vez es más común que algunos de estos machos jóvenes nacidos en la Cordillera Cantábrica se alejen hacia el sur y se haya detectado ya su presencia en las provincias de Ourense y Zamora. Y aquí viene el porqué de toda esta historia: uno de ellos fue un poco más hacia el sur todavía, llegando hasta la aldea de Vilarinho, en la que nos encontramos hoy, entre los días 28 de abril y 2 de mayo de 2019.
A este oso no se le llegó a ver, pero se detectó su presencia debido a los rastros que dejó a su paso: la destrucción de varias colmenas, huellas, cierres tirados y un manojo de pelo en una alambrada. Teniendo en cuenta que habían pasado 176 años desde que se había visto a un oso en Portugal por última vez, fue todo un acontecimiento del que ahora presume la aldea y gracias al que promociona su miel.
Bueno, terminada la anécdota, vamos con nuestra ruta.
Aparcamos en la rúa do Carril procurando no molestar demasiado, ya que la aldea no cuenta con demasiado sitio, y salimos de Vilarinho hacia el este. Enseguida nos adentramos en una pista entre encinas. No llevamos ni un kilómetro cuando llegamos a la capilla de Santo Amaro, a la que simplemente damos un rodeo porque no se puede acceder a ella.
Abandonamos la pista para adentrarnos en un senderillo, también entre encinas, que transcurre paralelo a la ribeira do Ornal. La ruta no tiene un gran desnivel, pero poco a poco vamos descendiendo hasta llegar al río, que cruzamos haciendo algunos equilibrios.
Toca subir, esta vez entre rebollos, y volver a bajar para llegar de nuevo a la ribeira do Ornal. El camino continúa siempre entre bosques que en esta época del año, con las hojas de los árboles naciendo todavía, no dan demasiada sombra.
Seguimos el curso de la ribeira do Ornal hasta su desembocadura en el río Baceiro. Aquí caminamos algo más cerca del agua, por lo que hay tramos muy bonitos. La ruta pasa por la playa fluvial Ponte do río Baceiro, un lugar muy concurrido. Después de llevar toda la jornada solos, este lugar estaba a tope de gente (puede llegarse en coche), así que le hicimos un par de fotos al puente y continuamos. No nos detuvimos demasiado.
A partir de aquí de aquí la ruta se hace menos bonita, por una pista ancha entre pinos, pero donde tuvimos la suerte de vivir uno de los momentos más emocionantes de la jornada. ¡Vimos un ciervo correr entre los árboles! Algo después también vimos perros de caza, lo cual me generó cierta angustia… pero como no oímos disparos, confío en que el ciervo continúe feliz por sus montes.
Al llegar de nuevo a Vilarinho pasamos por la iglesia parroquial y una vez en el coche, emprendimos el viaje de vuelta. La ruta de hoy no ha estado mal, pero reconozco que las dos anteriores (esta y esta otra) habían dejado el listón tan alto que esta nos supo a poco. Durante el viaje de vuelta pasamos por Rio de Onor, de donde parte otro sendero señalizado. Viendo el paisaje que rodeaba al pueblo, me lo apunto para la próxima. ¡Tiene muy buena pinta!
Más información sobre esta ruta
Esta ruta es el PR4 Ornal y la descubrimos en esta web. Es recomendable hacerla en sentido horario, como la hicimos nosotros, porque es como está señalizada.
Para poder editar el track y poder subir un mapa, utilicé la cartografía proporcionada por los amigos del blog Cartografía Digital. ¡Gracias!
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 8,2 km
- Fecha de realización: 01/05/2023
- Desnivel de subida: 290 m
- Desnivel de bajada: 290 m
- Punto más alto: 853 m
- Punto más bajo: 734 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 2
- MIDE / Orientación en el itinerario: 2
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 2
Mapa
ribeira_de_ornal_desde_vilarinho
Información geográfica: Carta Corográfica de Portugal na escala 1:50 000. Direçao-Geral do Território © 2023
En muchas de las imágenes me siento como si estuviera en casa, en Galicia; en otras, indudablemente en Portugal ♥ Salir de ruta y ver «bichiños» es un fantástico regalo, sean lagartos, ciervos u osos! 🙂
PD: El lagarto es imposiblemente bonito.
Hola, Eva. Que me digas que te sientes como en casa al ver las fotos me parece un comentario muy bonito. Muchas gracias.
Y lo de los bichos, totalmente cierto. Yo soy feliz incluso encontrándome con gatos, jaja.