Monte Buciero y faro del Caballo

Esta ruta me generaba sentimientos encontrados. Tenía ganas de hacerla porque la había visto en bastantes sitios y tenía buena pinta, incluso me la recomendó una persona de Santoña, pero, por otra parte, se ha hecho tan famosa en los últimos tiempos que está muy masificada. Y si ya no soy yo muy amiga de los lugares concurridos, en tiempos de covid, menos. Solo tenía una cosa clara: si la hacíamos, sería madrugando mucho para evitar encontrarnos a demasiada gente.

Al final acabó llegando el día de hacerla y, aunque madrugamos, fue la lluvia la que se puso de nuestra parte para espantar al personal. Es más, llovía tanto cuando pretendíamos salir que incluso dudamos un buen rato y terminamos saliendo a las diez de la mañana.

El monte Buciero cuenta con una buena red de senderos y nosotros vamos a hacer el que circunvala toda esta pequeña península, denominado faros y acantilados. Comenzamos a caminar subiendo al fuerte de San Martín. Todavía llueve, pero de forma mucho más suave que hace una hora. Es una pena que las nubes no nos dejen disfrutar de las espectaculares vistas que debe haber desde aquí.

Junto al fuerte vemos el panel de inicio de la ruta. Coincidimos con tres chicas que también le están echando un ojo y dejamos que vayan delante para poder ir nosotros con calma haciendo alguna foto de vez en cuando.

El camino es ancho pero nada cómodo. Es muy rocoso, la piedra está bastante pulida y al estar mojado resbala. Vamos, que no es para hacer con prisas. Aunque estamos muy cerca del mar, lo vemos poco por lo cerrada que está la vegetación. Estamos atravesando un precioso encinar que me llama mucho la atención porque nunca había visto ninguno tan cerca de la costa. Poco a poco va parando de llover y cuando aparece algún hueco entre la vegetación aprovechamos para disfrutar de las vistas.

Cuando llevamos unos dos kilómetros nos encontramos a las chicas que habíamos dejado pasar antes. Están consultando sus móviles. Nos da la sensación de que su objetivo era el faro del Caballo, pero pensaban que sería más fácil llegar hasta él. La ruta no es complicada, pero como ya comenté, no es cómoda y no vale un calzado cualquiera. En este rato tampoco hemos dejado de subir en ningún momento. Deciden darse la vuelta.

Al cabo de un rato llegamos al desvío, perfectamente señalizado, que nos permitirá llegar hasta el faro del Caballo. Lo que tenemos por delante son 685 escalones (lo he leído por ahí, ni se me ocurrió contarlos) para bajar hasta el faro. La altura de los escalones del primer tramo de escalera no es mucha y te hace pensar que no va a ser para tanto como quizás hayas leído, pero es el único tramo así. El resto de escalones tiene una altura considerable que no los hace nada cómodos. Un cable recorre la escalera a modo de pasamanos por si necesitamos ayudarnos. Caerse aquí no sería nada recomendable.

Mientras bajamos es inevitable pensar en cómo será la subida, pero intentamos alejar esos pensamientos y disfrutar del precioso entorno de acantilados en el que nos encontramos. De todas formas, al llegar al faro nos llevamos una pequeña decepción. El faro no es de los más bonitos que hayamos visto, pero eso es lo de menos. Lo que realmente fastidia es ver la cantidad de basura que hay por todas partes. ¿Cómo es posible que haya tanta gente tan cerda? Y no será por la cantidad de carteles que hay por todas parte diciendo que no tires basura… ¡Si ni siquiera debería ser necesario que se pusieran!

Pero bueno, ya estamos allí, así que intentamos no mirar al suelo y disfrutar del paisaje que nos rodea. Al cabo de un rato llegó un pequeño grupo de gente y decidimos emprender la subida.

La subida, para qué engañarnos, es dura. Creo que estoy más o menos en forma y no me costó a nivel respiratorio, pero llegué arriba con los cuádriceps temblando. A pesar de ser bastante alta y de patas largas, la altura de los escalones me pareció considerable. ¡No quiero ni pensar cómo puede ser para las personas más bajitas! Vamos, que el sitio será muy famoso, pero esto no es un paseo.

Muchas personas dan por terminado aquí el recorrido y se vuelven en este punto, pero nosotros queremos recorrer el sendero entero y continuamos la ruta hacia el norte. Volvemos a introducirnos en el bosque por un sendero que alterna tramos cómodos con otros más incómodos o incluso en los que hay una cuerda para ayudarse un poco por toparnos con pendientes resbaladizas.

Este sendero se termina al llegar al faro del Pescador, al que no se puede acceder por estar en uso, y a partir de aquí ya será casi todo asfalto. Al poco rato de ir por esta carreterilla se vuelve a poner a llover y debemos pararnos para pertrecharnos de nuevo contra la lluvia.

Tenemos suerte y, llegando a la zona de la playa de Berria, la lluvia cesa y podemos disfrutar algo, lo que nos dejan las nubes, de las vistas hacia ella. Bordeamos durante un rato el centro penitenciario, tras el que vemos la marisma de Santoña, atravesamos el barrio de Dueso y de nuevo nos toca subir por una pista hormigonada. Esta subida nos permite tener unas buenas vistas de la larguísima playa de Berria. Algo menos de media hora después, estamos de nuevo en Santoña.

Después de todo lo que dudamos esta mañana sobre si hacer la ruta o no, nos alegramos de habernos decidido. Es bonita, aunque para mi gusto le sobra algo de asfalto y cemento en el tramo final. También creo que es muy importante escoger bien el momento de hacerla. Si me hubiese encontrado con una romería de gente, habría sido imposible disfrutarla.

Más información sobre esta ruta

Descubrí esta ruta en la guía de Lonely Planet Lo mejor de Cantabria. También me la recomendó el informático que le ha dado forma a esta web, que es de Santoña.

Si quieres ver más rutas en Cantabria, pincha AQUÍ.

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22/09/2020 05:00
  • Distance Instructions
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Datos técnicos

  • Longitud: 10,5 km
  • Fecha de realización: 28/08/2020
  • Desnivel de subida: 565 m
  • Desnivel de bajada: 565 m
  • Punto más alto: 227 m
  • Punto más bajo: 0 m
  • Tipo de recorrido: Circular
  • MIDE / Severidad del medio natural: 2
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 2
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 3
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

monte_buciero_faro_del_caballo

Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.

2 comentarios

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  1. Me alegra que la pudierais disfrutar con la tranquilidad de que hubiera poca gente. Una pena el tiempo (por los posibles resbalones y por la falta de vistas y aguas cristalinas), pero casi mejor. El faro se ha convertido en un destino «Instagrammeable» y es terrible. Todos los veranos tiene que ir el helicóptero de rescate mínimo 4 o 5 veces a buscar a gente que se cae, que se lesiona y no puede subir o que les da un mal… (y casi todos porque no van ni preparados físicamente ni con ropa adecuada). Y lo de la basura ya ni mencionarlo. No sé, te hace perder un poco la fe en la humanidad, porque es algo tan básico…

    Aún así, gracias por las fotos de nuestra casi-isla, que me hacen sentirme un poco más cerca de casa en este año tan rato 🙂

    • Gata Con Botas 23/09/2020 — 10:53

      Eso que comentas pasa en todas las rutas famosas, tipo ruta del Cares. Por ser conocida, hay quien se cree que se puede ir en chanclas.
      Pero bueno, tuvimos suerte y la pudimos disfrutar, que es lo importante. ¡Muchas gracias por la recomendación! Incluida la de la cena de la noche anterior, que estuvo de lujo 😉

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