En general, solemos planificar bastante bien nuestras rutas, pero no siempre es posible. Hoy hemos amanecido a 200 km de aquí bajo una densísima niebla y no tiene ningún sentido hacer la ruta prevista en esas condiciones. Ayer por la noche ya empezábamos a intuir que la cosas estaría así y e improvisamos un rápido plan B. Vámonos a los Mallos de Riglos.
Llegamos a Riglos cerca de las 12 de la mañana y aparcamos de milagro en la última plaza libre que quedaba para autocaravanas. El pueblo es muy turístico y tienen muy bien delimitadas las plazas de aparcamiento. Si no hay sitio, tienes que irte a otra parte. La verdad es que me parece bien. Es una forma de evitar grandes aglomeraciones.
Como no hemos preparado nada, vamos a hacer una ruta corta circular que debe ser bastante típica, ya que en una breve búsqueda por Internet, es la que aparece en todas partes (y ahora una más, lo siento). Tiene el rimbombante nombre de Camino del Cielo, pero yo prefiero llamarla vuelta a los Mallos de Riglos, que al fin y al cabo, es lo que mejor la define.
Poco después de salir del aparcamiento en dirección al pueblo vemos la primera señal con una flecha que indica que debemos desviarnos hacia la derecha, y allá vamos. Había leído que la ruta tiene una pendiente fuerte que es mejor subir al principio para después bajar de forma suave el resto del recorrido y como nosotros vimos esa única flecha, supusimos que ese sería el sentido correcto, pero no. Todo el mundo la hace al revés, porque nos cruzamos a bastante gente y no vimos a nadie más haciéndola en nuestro sentido. De todas formas, hacerla así tampoco supone ningún problema.
Salimos de Riglos subiendo de forma suave por un camino muy cómodo y sin dejar de hacerles fotos a los Mallos. Son impresionantes y se disfruta de ellos desde el comienzo. Poco a poco el camino se vuelve más pedregoso, pero se va bien. Está perfectamente señalizado con marcas azules de pintura.
Es impresionante ver las casas al pie de estas paredes. 
El comienzo del camino es muy cómodo. 
La ruta está muy bien señalizada. 
En ningún momento se pierde de vista a los Mallos. 
Poco a poco el camino se va volviendo más pedregoso. 
Subiendo hacia el Mallo Colorado. 
Tras nosotros queda la Hoya de Huesca. 
El río Gállego atraviesa la llanura.
Llegamos a un primer mirador en el que aprovechamos para picar algo y disfrutar de las vistas. Estas paredes son tan impresionantes… Nos cruzamos con varias personas, incluida una conocida bloguera, pero sin llegar a resultar agobiante. Eso sí, hace bastante calor, aunque por suerte hay una levísima capa de nubes que mitigan algo los rayos del sol.
No me extraña que esto sea meca de escaladores. 
El río Gállego visto entre el Mallo Colorado y La Visera. 
Allí abajo ha quedado el pueblo de Riglos.
Decidimos quedarnos a comer en el mirador de Bentuso con las impagables vistas de los Mallos Pisón y Firé enmarcando al río Gállego. Estamos también junto al refugio Roseta, aunque no llegamos a acercarnos a él.
De camino al segundo mirador del día. 
Malló Firé y al fondo, Peña Rueba. 
La panorámica desde el mirador de Bentuso es para quedarse horas y horas.
A partir de aquí, toca bajar. Es cierto que el descenso es muy pedregoso, pero con bastones y algo de cuidado no tenemos problema. Vamos también parando cada dos por tres para admirar todo lo que nos rodea. Nunca habíamos estado en un lugar parecido y es para quedarse boquiabierto.
Emprendemos la bajada. 
Nuestro camino pasa justo al pie del Mallo Pisón.
¡Menudo mirador!
Hace mucho calor y casi no hay sombras. 
No dejamos de mirar hacia los buitres de las paredes.
Muchas de estas paradas son también para mirar a los buitres. ¡Hay un montón! Nos encanta verles aterrizar en sus guaridas en lo alto de las paredes (fácilmente identificables por los excrementos blancos que adornan las entradas). También vemos algunos escaladores. ¡Esto es un paraíso para ellos! En un pequeño tramo con sombra, creo que el único de todo el camino, nos detenemos un rato para mirarles con los prismáticos.
Hay tramos de bajada algo incómodos por las piedras. 
Escaladores en la cara norte del Mallo Pisón. 
Peña Rueba 
Río Gállego
Poco después estamos ya de vuelta en Riglos donde nos tomamos una buena jarra de clara de limón. No nos quedamos mucho más. Yo tengo ganas de un baño en algún río y nos vamos en su búsqueda.
De vuelta en Riglos. 
Escaladores en El Puro.
La verdad es que no teníamos previsto pasar por aquí durante este viaje y nos hemos quedado encantados con la improvisación. Seguro que hay rutas más largas donde ver más puntos interesantes todavía, pero esta ha estado muy bien.
Más información sobre esta ruta
Como es una ruta corta y muy conocida, reconozco que la infravaloré. No es que me resultase difícil, ni mucho menos, pero tiene su desnivel y algunos tramos de los caminos son bastante incómodos. Un buen calzado es fundamental.
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 5,1 km
- Fecha de realización: 19/08/2021
- Desnivel de subida: 393 m
- Desnivel de bajada: 393 m
- Punto más alto: 1.028 m
- Punto más bajo: 631 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 2
- MIDE / Orientación en el itinerario: 2
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 2
Mapa
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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