De Bueu a Marín

Si hubiésemos llegado a saber el calor que haría hoy habríamos pasado de ruta y nos habríamos tirado directamente en alguna playa. Pero, ¡ay! La previsión del tiempo no auguraba más de 20 o 21 grados y a nosotros nos dio por caminar. Al menos, eso sí, haciendo una ruta costera que nos permitió darnos algún que otro chapuzón.

La ruta que pretendemos hacer es lineal siguiendo el tramo de costa entre los pueblos de Bueu y Marín, en la ría de Pontevedra. Para ello dejamos el coche en Marín con intención de coger un taxi hasta Bueu y volver caminando, pero tuvimos la gran fortuna de aparcar al lado de la dársena de autobuses y que solo faltasen 10 minutos para que pasase un bus que nos llevase hasta Bueu. El día ha empezado redondo. Nos hemos ahorrado unos cuantos euros.

El autobús nos deja en Bueu muy cerca del puerto, al que nos dirigimos para empezar nuestro recorrido. Hace ya bastante calor. Madre mía, vamos a ser los únicos locos a los que hoy se les ha ocurrido ponerse a pasear.

Salimos de Bueu por el paseo marítimo, pisando la pequeña playa de Petís y haciendo un tramo por carretera (aunque hay acera). La primera playa grande que recorremos es la de Agrelo. Hay gente, pero no está abarrotada. Justo a continuación le sucede Portomaior. Acabamos de empezar y yo ya estoy pensando en dónde vamos a parar para bañarnos. ¡Quiero mar! Pero no puede ser. Hay que avanzar un poquito más.

Al salir de esta playa el paisaje cambia. Nos toca atravesar una zona más rural con algunos viñedos y un pequeño bosquecillo de eucaliptos. Acabamos desembocando en la diminuta playa de Covelo. Tiene muy poca gente, por lo que deducimos que no debe tener un acceso fácil en coche. Ya no aguanto más. Me parece el sitio perfecto para un chapuzón. Nos cambiamos y… ¡al agua, patos! Si es que hasta está buena el agua, cosa rara en estas rías atlánticas…

No nos quedamos demasiado tiempo, que al fin y al cabo solo llevamos 3 km y hemos venido a caminar, pero qué bien se retoma el camino con el cuerpo fresquito. Continúan sucediéndose los tramos rurales y las playas. Muchas veces no hago fotos en ellas porque me parece un poco violento. A mí tampoco me gusta que haya gente haciendo fotos en las playas. La marea está bastante alta y en algunos puntos pasamos por los pelos trepando por las rocas. En otro hasta nos tuvimos que descalzar. Justo aquí, ante la Illa do Santo do Mar o de San Clemente, hacemos nuestra parada para comer el bocadillo que compramos hace un rato en un chiringuito por el que pasamos.

El tramo de camino que rodea los montes da Cova y Sobareiro me parece uno de los más bonitos del día. Hemos ganado cierta altitud, es una zona sin urbanizar y las vistas hacia el mar son espléndidas. En la puerta de la ría destaca el archipiélago de Ons.

La playa de Loira la recorremos por su paseo y poco después llegamos a Aguete, haciendo antes un pequeño desvío para ver el puerto. Pasan ya de las cuatro de la tarde y ahora las playas sí que están a reventar. Recorriendo la de Aguete me siento un poco extraterrestre, con mis zapatillas y mi mochila entre un mar de gente semidesnuda. Queremos bañarnos de nuevo, pero hemos decidido esperar a la última playa del día.

Abandonamos Aguete por carretera. Se trata de uno de los tramos más sosos del día, aunque vamos entretenidos observando las casazas junto a las que pasamos. No es zona de pobres, desde luego.

Nos quedan dos playas. La primera es la de Mogor, que recorremos de nuevo sobre la arena. Al salir de ella nos dirigimos a ver los petroglifos de Mogor. Hay tres estaciones y dos de ellas se ven perfectamente. En la tercera, tal y como está situada con respecto al sol en este momento, no vemos nada.

Tras otro tramo por carretera llegamos, ahora sí, a la última playa de la jornada: Portocelo. Como las anteriores, está a tope de gente, pero las ganas de baño pueden sobre las de estar solos y nos quedamos. Estamos un buen rato en el agua. Está buenísima y, después de los kilómetros que llevamos, este chapuzón nos sienta de lujo.

Una vez secos ya solo nos falta adentrarnos en Marín pasando junto a las impresionantes instalaciones de la Escuela Naval Militar. Al llegar a la Alameda, muy cerca de donde tenemos el coche, hacemos la última parada del día. Nos hemos ganado esta cerveza.

Más información sobre esta ruta

Como en tantas otras ocasiones, encontramos la inspiración para hacer esta ruta en el blog Roteiros Galegos.

Puedes consultar en este enlace los horarios de los autobuses entre Marín y Bueu. El trayecto dura 23 minutos y nos costó 1,5 € a cada uno.

Si esta ruta se te hace corta, puedes alargarla uniéndola con esta otra entre el cabo Udra y Bueu.

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Recuerda que en nuestro MAPA INTERACTIVO puedes encontrar otras rutas cercanas a esta que quizás te interesen…
12/08/2021 05:00
  • Distance Instructions
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Datos técnicos

  • Longitud: 14,8 km
  • Fecha de realización: 08/08/2021
  • Desnivel de subida: 343 m
  • Desnivel de bajada: 344 m
  • Punto más alto: 88 m
  • Punto más bajo: 0 m
  • Tipo de recorrido: Travesía
  • MIDE / Severidad del medio natural: 1
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 3
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

bueu_marin

Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.

2 comentarios

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  1. Ernesto Vidal 23/02/2022 — 21:44

    Hicimos esta ruta este fin de semana. Como nos coincidió marea baja, al finalizar la playa de Lapamán pudimos continuar por la costa, atravesando la pequeña Praia do Santo, después la Praia de Santo do Mar y cruzar hasta la Illa de Santo de Mar o de San Clemente. Con la marea baja queda al descubierto una barrera de arena que permite cruzar hasta la isla.

    Gracias Rocío. Una ruta estupenda.

    • Gata Con Botas 24/02/2022 — 09:15

      Hola, Ernesto. Qué bien que hayáis tenido marea baja. En las rutas costeras siempre es un acierto. Sin calor, sin gente y sin marea alta, seguro que disfrutasteis de la ruta mucho más que nosotros. ¡Me alegro de que te haya gustado!

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