Nuestro plan para hoy era subir a la Peña Calabazosa desde el alto de La Farrapona siguiendo la cresta que sale hacia el sur y que separa las provincias de Asturias y León, pero al poco de comenzar llegamos a un punto con un paso algo aéreo que no vimos claro y decidimos darnos la vuelta. Tampoco era nada del otro mundo, estoy segura de que otro día lo habríamos hecho sin problema, pero hay días y días, y hoy no lo tenemos para grandes emociones. Nos apetece algo tranquilo.
Todo esto hace que estemos de vuelta en el alto de La Farrapona, uno de los lugares más turísticos de Somiedo, pasadas ya las diez de la mañana y en plena Semana Santa. Adiós tranquilidad. Consultamos rápidamente el mapa y optamos por una nueva ruta: rodear los lagos de Saliencia y acercarnos hasta un mirador natural sobre el lago del Valle.
Nos ponemos en marcha de nuevo descendiendo por la pista que lleva hacia los lagos de Saliencia. En estos primeros metros, a la derecha, tenemos una vista fabulosa hacia el valle de Saliencia, por el que hemos subido conduciendo. Es una carretera preciosa.


Pronto vemos el primer lago: el lago de la Cueva. Comenzamos a rodearlo en sentido contrario a las agujas del reloj, pero sin abandonar nunca la pista. Estamos subiendo, por lo que cada vez tenemos una perspectiva más completa del entorno que rodea al lago. Acabamos de empezar y ya he perdido la cuenta de las fotos que llevamos.



Pasamos junto a la pequeña laguna de Almagrera y a continuación llegamos al lago Cerveiriz, al pie de los imponentes picos Albos. Volvemos a consultar el mapa y decidimos cambiar otra vez de plan. ¿Y si subimos a Peña Calabazosa en vez de ir hasta el mirador? Abandonamos la pista para bajar hacia el lago por su lado este. Tenemos que continuar rodeando el conjunto de los lagos de Saliencia.




Como hemos llegado casi hasta la altura del agua, toca subir un poquito rumbo sureste en busca del último lago de la jornada: el lago Calabazosa. Tenemos que bajar hasta él para rodearlo por su orilla sur.





Subimos ahora hasta la horcada Calabazosa. Este es el punto en el que nos desviaremos de nuestro rodeo a los lagos para intentar subir hasta Peña Calabazosa. Será un tramo de ida y vuelta, por lo que si hubiese demasiada nieve o en algún momento tuviésemos alguna duda, solo tendríamos que dar la vuelta.


A partir de aquí iremos alternando tramos de sendero evidente con otros no tan claros o que se dividen un poco debido al paso de los animales, pero la visibilidad es perfecta y tenemos claro el rumbo que debemos seguir.


La majada Calabazosa es uno de los puntos que más disfrutamos de toda la ruta. Nos pareció un paisaje tan bonito… Ya nos daría igual no hacer cumbre. Haber llegado hasta este punto hace que toda la ruta valga la pena. Por supuesto, una vez que hemos abandonado la zona de los lagos estamos completamente solos salvo por la compañía lejana de algunos rebecos.


Continuamos ganando altitud y los neveros son cada vez algo más frecuentes y más grandes. ¡Hasta vimos a un zorro atravesar uno de ellos! A veces cubren el sendero y como no hemos traído los crampones, procuramos rodearlos. Hay varias formas de subir a Peña Calabazosa, pero la que nosotros vemos hoy más clara es subir hasta la collada Cualmarce y a partir de ahí continuar lo poco que queda por la cresta.







En la cumbre de Peña Calabazosa (2.104 m) coincidimos con dos montañeros de Tapia de Casariego con los que charlamos un rato. Es nuestra segunda vez en esta cumbre, pero la anterior fue haciendo una ruta totalmente distinta, desde Torrestío, en la comarca leonesa de Babia. Estamos en el límite de las dos provincias.


Las vistas desde aquí arriba son sublimes. Distinguimos las Ubiñas hacia el este. Un poco más allá, muy a lo lejos, se intuyen los Picos de Europa. Vemos buena parte de las cumbres somedanas con Peña Orniz en primer término… Y decenas y decenas de montañas miremos hacia donde miremos.




Tras un pequeño refrigerio, emprendemos el regreso. Bajar disfrutando de este paisaje es un lujo difícil de describir. Al llegar de nuevo a la majada Calabazosa decidimos parar a comer. Es difícil hacerlo con mejores vistas. Al terminar, continuamos hasta la horcada Calabazosa. Aquí termina nuestro tramo de ida y vuelta, por lo que debemos seguir con nuestro rodeo a los lagos.




Al abandonar el lago Calabazosa volvemos a encontrarnos con el lago de la Cueva, el primero de los que vimos esta mañana, pero desde el lado opuesto. Si por la mañana ya me había gustado, creo que desde esta perspectiva me gusta más todavía. El sendero aquí es estrecho y en algunos puntos bastante deshecho. Vimos algunas personas con un calzado poco adecuado pasándolo mal con los resbalones. ¡Mucho ojo!


Este camino nos lleva hasta la pista que tomamos esta mañana desde La Farrapona. Ya no nos queda nada para estar de vuelta en la furgo. ¡Qué maravilla de ruta hemos hecho! Aunque comenzamos el día un poco regulín, no hay nada como tener recursos para poder improvisar. Emprendemos el viaje de vuelta. ¡Hasta pronto, Somiedo!
Más información sobre esta ruta
La primera parte de la ruta, hasta llegar al lago Calabazosa, coincide con el PR.AS 15. Para el resto nos fuimos orientando con el mapa Parque Natural de Somiedo, de Adrados Ediciones.
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 13 km
- Fecha de realización: 08/04/2023
- Desnivel de subida: 765 m
- Desnivel de bajada: 765 m
- Punto más alto: 2.104 m
- Punto más bajo: 1.601 m
- Tipo de recorrido: Piruleta
- MIDE / Severidad del medio natural: 4
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 3
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
Mapa
lagos_saliencia_subida_calabazosa
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
¡Me apunto la ruta! El valle de Saliencia es precioso, lo mires desde donde lo mires. El pasado puente de octubre estuvimos por los Lagos haciendo la ruta de los Albos, pero hizo mal tiempo y tras coronar el Occidental, además de la lluvia y el viento, entró la niebla, así que volvimos a bajar. Muy incómodo y ¡sin esas maravillosas vistas!. Así pues, ya tenemos dos excusas para volver 🙂 Mirando tus fotos quiero volver ya!! Gracias por tu blog, Rocío. Aunque no comente mucho, voy a la montaña contigo desde mi casa cuando yo no puedo hacerlo.
¡Qué miedo, Eva! Esa zona es uno de los últimos lugares donde me gustaría que me pille la niebla. ¡Puede ser un laberinto!
Muchas gracias por tu comentario, es muy bonito. Ojalá sigas disfrutando de las montañas mucho tiempo por aquí y, sobre todo, en las «de verdad».
Esa lección ya está aprendida, el GPS va en la mochila siempre. La idea es ir a la montaña a pasarlo bien, sobre todo cuando vas ocasionalmente ¡Coruña está muy en la esquina de todo!