La previsión del tiempo para nuestro último día de vacaciones de este verano no era muy allá, así que optamos por quedarnos en casa descansando y cogiendo fuerzas para volver a la rutina. Pero, ¡ay!, mientras estábamos tirados en el sofá después de comer, el sol entraba a raudales por la ventana y la tentación de salir a aprovechar la tarde fue demasiado grande. Tras una consulta rápida en el móvil, escogimos destino. ¡Vámonos!
Llegamos a Escuadro, en el concello de Silleda, poco después de las cuatro y media de la tarde. Por el camino ha llovido bastante y aquí, aunque ahora mismo no cae agua, está todo empapado. ¿Nos habremos pasado de optimistas?
Aparcamos junto a la iglesia de San Salvador de Escuadro y nos ponemos a caminar. Hacemos un buen tramo por carretera, pero por suerte sin tráfico y entre un robledal muy agradable. Al poco rato llegamos a Penadagua, una curiosa roca en la que se acumula agua en su parte superior y a la que se le atribuyen propiedades curativas para la piel, la vista y los huesos. A mí esa agua estancada me dio un poco de grimilla, pero oye, a quien le apetezca remojarse…
Retrocedemos un poco para coger un desvío a mano izquierda que se introduce de nuevo entre árboles. Es un camino ancho y muy agradable. Pasamos también junto a varios campos de cultivo. Aunque a veces, en la distancia, vemos nubes que dan algo de miedo, el cielo que tenemos sobre nosotros se está comportando.
Algo después, el camino por el que pretendíamos ir se cierra. O quizás nos hemos equivocado, quien sabe… Pero la maleza no es demasiado densa y continuamos avanzando buscando el mejor sitio para pasar. Atravesamos también una pequeña carballeira sin camino (o al menos nosotros no lo vimos). Por suerte, aquí el suelo sí que está limpio y se camina sin problema. Solo debemos tener claro qué rumbo seguir.
Tras esta zona algo complicada, acabamos desembocando de nuevo en un buen camino. Continuamos recorriendo el típico paisaje rural de esta zona de Galicia hasta adentrarnos otra vez en un nuevo bosque. Aquí también empezamos a ver señales que ya indican por dónde se va a la fervenza de Férveda.
Para llegar a la cascada haremos un pequeño tramo de ida y vuelta por un precioso sendero algo más estrecho junto a un río. La fervenza de Férveda es muy bonita, aunque estamos a finales de verano y supongo que no estará en su máximo esplendor. Es un entorno para quedarse un buen rato disfrutando.
Tras ese ratito de disfrute emprendemos la vuelta. Nos encontramos con una flecha que señalaba hacia un molino y cogimos ese pequeño desvío, pero tampoco había demasiado que ver. Toca regresar.
Lo que queda de camino no tiene ninguna complicación. Vamos por una pista ancha, al principio todavía por bosque y después otra vez entre prados, hasta llegar de nuevo a la iglesia de Escuadro. Antes comenzamos a caminar nada más llegar, así que ahora sí que aprovechamos para echarle un ojo a la iglesia.
Ahora sí que sí, se han acabado las vacaciones. ¡Pero qué bien las hemos aprovechado!
Más información sobre esta ruta
Si tardamos solo diez minutos en escoger ruta es porque nos fuimos directos a buscar en el blog Roteiros Galegos.
El tramo por el que volvimos es la ruta oficial a la cascada, pero nosotros queríamos algo un poquito más largo.
Si quieres ver más rutas en la provincia de Pontevedra, pincha AQUÍ.
Recuerda que en nuestro MAPA INTERACTIVO puedes encontrar otras rutas cercanas a esta que quizás te interesen…
- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 8,2 km
- Fecha de realización: 07/09/2021
- Desnivel de subida: 196 m
- Desnivel de bajada: 196 m
- Punto más alto: 517 m
- Punto más bajo: 390 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 1
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 2
Mapa
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
Deja una respuesta