Hacía mucho tiempo que teníamos ganas de venir al Bosque de Muniellos.
Muniellos es una Reserva Integral que solo pueden visitar 20 personas al día, por lo que es necesario hacer una reserva previa, en ciertos casos con mucha antelación. La inscripción para cada año abre el 15 de diciembre. Como nosotros queríamos ir en Semana Santa y estaba claro que iba a ser una fecha muy solicitada, el 15 de diciembre hicimos nuestra reserva. ¡Y a las doce de la mañana ya solo quedaban 6 plazas!
En fin, después de mucho esperar, llegó el gran día. Pero el problema de tener tantas ganas de algo es que a veces desilusionan. No nos desilusionó el bosque en sí, que es espectacular (lo poco que pudimos ver), sino las circunstancias.
Parece que este año el invierno no se quiere marchar y, a pesar de que el calendario dice que ya es primavera, por ahora, ni rastro de ella. El caso es que ha nevado mucho y la noche anterior a nuestra visita nevó incluso en Tablizas, a 600 m de altitud. Cuando nos presentamos en el Centro de Recepción de Visitantes nos informaron de que la ruta larga, circular, estaba cerrada. Solo tenían abierto el acceso al valle. Pero como había nevado en una cota tan baja, tampoco dejaban llegar hasta las lagunas. De hecho solo permitían hacer 4 km del camino. Comentamos que teníamos raquetas, pero ni aún así.
Algo chafados, comenzamos a caminar. Se comienza por una pasarela de madera de unos 600 metros accesible a personas con movilidad reducida. Una vez se termina, el camino continúa siendo cómodo. A nuestra vera llevamos todo el tiempo el río Tablizas con un caudal impresionante. El bosque, a pesar de estar desnudo de hojas, es espectacular, y el verde lo pone el musgo que recubre troncos y rocas.
Muy levemente, casi sin darnos cuenta, vamos subiendo y viendo algo más de nieve a los lados del camino. De vez en cuando cruzamos el río sobre pasarelas de madera. Pasaremos también al lado de otros puentes con el paso cortado pero por ahora el camino no tiene pérdida.
Al llegar al punto donde en el Centro de Recepción nos habían indicado de debíamos dar la vuelta, decidimos no hacer caso. Nos habían dicho que en ese punto el trayecto se habría complicado mucho por causa de la nieve y ni siquiera hemos tenido que pisarla todavía. Continuamos subiendo hasta que sí, llegamos a pisar la nieve, pero apenas un par de centímetros que permiten caminar perfectamente.
Llevamos una pareja delante así que descartamos completamente la opción de poder ver algún bichillo, pero sí conseguimos distinguir algunas huellas a pesar de que los goterones que caen del deshielo de la nieve de las ramas están agujereando la nieve del suelo.
Finalmente, teniendo en cuenta que llevamos ya sobre un kilómetro de «desobediencia», decidimos dar la vuelta. A pesar de que intentamos ser positivos y pensar que hemos visto un bosque alucinante o que podemos volver el año que viene (no se puede ir más de una vez al año), el sentimiento de frustración nos embarga. Podríamos haber continuado perfectamente. No sabemos hasta dónde, pero nos hemos quedado con las ganas de descubrirlo.
Al final, la que a priori iba a ser la jornada estrella del viaje, se ha quedado en un breve aperitivo.
- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 9,5 km
- Fecha de realización: 30/03/2018
- Desnivel de subida: 280
- Desnivel de bajada: 280
- Punto más alto: 911 m
- Punto más bajo: 661 m
- Tipo de recorrido: Ida y vuelta
- MIDE / Severidad del medio natural: 2
- MIDE / Orientación en el itinerario: 1
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 2
Mapa
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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