Aunque no siempre es fácil o posible, supongo que hay que intentar buscarle el lado bueno a las diferentes situaciones que nos va presentando la vida, y lo bueno que me está proporcionando este lento desconfinamiento es obligarme a conocer mi municipio: Santiago de Compostela.
Tenía que ser una ruta más o menos corta para poder hacerla dentro de la franja horaria establecida, así que optamos por una de las que me habían hablado hace un tiempo: vamos a recorrer un tramo del río Tambre. Nos pegamos un buen madrugón para empezar a caminar antes de las ocho de la mañana. ¡Tenemos que terminar a las diez! Fuimos en dos coches para dejar uno al final de la ruta e ir con el otro hasta el comienzo.
Parroquia de Santa María de César
Aparcamos junto a la iglesia parroquial de Santa María de César y nos pusimos a caminar rápidamente. Para hoy hay previstas temperaturas altas, pero por ahora estamos a tan solo cinco grados. ¡A ver si entramos rápido en calor!
Toda la zona está llena de campos de cultivo. 
Es temprano y a la sombra todavía hace frío.
En cuanto llegamos a la orilla del río veo que la pista por la que vamos está asfaltada y me asusto un poco. No será todo así, ¿no? Pero no, al cabo de un rato pasa a ser una pista de tierra normal, típica de la concentración parcelaria. A pesar de ir pegados al río, casi no lo vemos. Una tupida hilera de árboles nos separa de él. Al otro lado de la pista, los campos cultivados se van alternando con pequeños bosquetes. El entorno es muy agradable, pero la temperatura no tanto, así que continuamos caminando a toda pastilla.
La pista ayuda a que podamos caminar rápido. 
Prados y más prados…
En algunas ocasiones vislumbramos alguna pequeña entrada hacia el río y aprovechamos para asomarnos y disfrutarlo mejor. Tenemos suerte y vemos varios patos. También una abubilla.
Qué bonito está el río cuando podemos verlo de cerca.
Vimos varios patos a lo largo de la ruta. 
Camino cómodo y bonito.
Algo más adelante, un pequeño puente nos permite acceder al área recreativa Illa do Refuxio. Se trata de una pequeña isla en medio del río con mesas de piedra, fuente y alguna parrilla. Y aunque a esta hora no apetece nada, todo apunta a que esta es también una buena zona para bañarse. El lado negativo es la cantidad de basura que había por el suelo: botellas, latas, papeles… Qué cerda es alguna gente.
Río Tambre 
Accediendo a la Illa do Refuxio. 
Área recreativa. 
Zona de la playa fluvial. 
El entorno es muy apetecible. 
La otra orilla pertenece a Oroso.
Intentamos no entretenernos demasiado, que vamos con el tiempo justo. Al cabo de un rato nos adentramos en zona algo urbana ya que estamos muy cerca de Sigüeiro, pero en cuanto cruzamos la carretera nacional volvemos a la tranquilidad del entorno rural. Ya no vamos tan cerca del río y aunque todavía pasamos de vez en cuando junto a campos cultivados, predominan las zonas arboladas. Seguro que los días de calor se agradece esta sombra.
Ya estamos de nuevo en camino. 
Iglesia de Santo André de Barciela. Hasta hace poco el Camino Inglés pasaba por aquí. 
Mural de Yoseba MP en Sigüeiro, el creador de las superabuelas. 
De vuelta en el entorno rural.
He pasado tanto tiempo metida en casa en los últimos meses que voy fascinada. Recuerdo que en una ocasión, viajando de noche en tren de Madrid a Vigo cuando era niña, cuando por la mañana, llegando ya a Vigo, salimos de nuestro compartimento al pasillo, alguien gritaba: “¡Mira cuánto verde! ¡Es todo verde!”. Yo le miré un poco atónita y pensé para mí: “¿nunca habrá visto árboles?”. Pues yo hoy voy de este modo, deslumbrada por el verdor que me rodea.
Nos hemos separado un poco del río. 
¡Cuánto verde!
La ruta transcurre así, siempre por pistas o caminos muy cómodos, prácticamente llanos o con levísimos repechos. La temperatura, poco a poco, también empieza a ser agradable. Nos acercamos al río en un par de ocasiones más, pero tampoco se le echa demasiado en falta. El entorno que nos rodea es más que suficiente.
Todo el camino es muy llano. 
De vez en cuando nos acercamos al río… 
…pero después nos volvemos a separar. 
Estamos en un entorno rural muy agradable.
Aunque teníamos previsto dar un pequeño rodeo más antes de volver al coche, vemos que el tiempo se nos está echando encima y decidimos acortar. Tras atravesar un par de pequeñas aldeas, llegamos a la iglesia de San Pedro de Busto, donde habíamos dejado el coche, a las diez y cinco de la mañana. ¡Perdón por esos cinco minutos fuera de horario!
El sol ya empieza a pegar fuerte. 
Vamos alternando prados y bosques. 
Ya de camino al coche. 
Iglesia de San Pedro de Busto
La verdad es que se trata de una ruta perfecta para desescalarse poco a poco: cómoda, llana y bonita. Seguro que hacemos más en esta zona.
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 10,2 km
- Fecha de realización: 17/05/2020
- Desnivel de subida: 121 m
- Desnivel de bajada: 85 m
- Punto más alto: 288 m
- Punto más bajo: 217 m
- Tipo de recorrido: Travesía
- MIDE / Severidad del medio natural: 1
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 1
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 2
Mapa
parroquia_de_cesar_busto_por_el_tambre
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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