La previsión del tiempo para hoy es dudosa y no demasiado buena, pero no tenemos intención de desaprovechar el día. Para ello hemos preparado una ruta algo urbana que pasa por varios puntos con un gran interés cultural.
Salimos del centro de Celanova, de la praza Maior que se encuentra justo delante del Concello, y nos dirigimos hacia el sur para salir del pueblo por la calle Areal. Enseguida desaparecen los edificios y nos adentramos en entorno rural.
Monasterio de San Salvador, en Celanova. 
Praza do Millo
Al principio tenemos bastante asfalto, aunque ya éramos conscientes de que la ruta sería así. Lo que nos interesaba era poder hacer la ruta de forma cómoda aunque lloviese. De todas formas, por ahora estamos teniendo bastante suerte y parece que el día está bueno. Incluso la temperatura está perfecta para caminar. Poco después de dejar la carretera para adentrarnos en bonitos caminos vivimos uno de los momentos más emocionantes de la ruta. ¡Vimos una víbora de Seoane! Qué ilusión… y qué respeto, al mismo tiempo.
Enseguida estamos en entorno rural. 
¿Aguantará el día sin llover? 
El monasterio de San Salvador va quedando abajo.
La ruta de hoy tiene bastante asfalto, pero sin coches. 
Víbora de Seoane 
La primavera todavía está arrancando. 
La ruta es muy cómoda y nos permite ir charlando.
El segundo punto de interés de la jornada después de Celanova es Castromao, una ciudad prehistórica que fue habitada entre los años 700 y 200 a.C. También va a ser el punto más alto, así que no dejamos de subir. El castro está muy bien cuidado y explicado con paneles informativos a lo largo del recorrido sugerido para verlo. Las vistas desde él son preciosas. Es cierto que el día no está demasiado nítido por el polvo sahariano en suspensión que cubre estos días la zona, pero aun así se obtiene una buena perspectiva de la región.
Castromao 
A lo largo del recorrido por el castro hay varios paneles explicativos. 
¡Las vistas son amplísimas! 
El castro está muy bien cuidado.
Justo cuando estábamos en lo más alto se pone a llover con fuerza. Qué mala suerte. Quizás fue una forma de decirnos: “a caminar, que os estáis entreteniendo mucho y hay que seguir”. Al bajar del castro nos desviamos un momento para ver la iglesia de la aldea y seguimos la ruta.
Bajando del castro. 
Iglesia de Santa María de Castromao
Nos dirigimos ahora hacia A Gandarela. Nos llama la atención que esta zona viene reflejada en el mapa con el topónimo As Cerdeiriñas (los cerecitos, en castellano) y la verdad es que está todo precioso lleno de cerezos en flor. Hacemos otra pequeña parada en la iglesia de este pueblo y continuamos.
Está todo lleno de cerezos en flor. 
A Gandarela
Vamos ahora por una pista entre pinos que de vez en cuando nos ofrece unas vistas preciosas hacia Vilanova dos Infantes y su imponente torre. Para llegar a Vilanova descendemos por un bonito sendero y subimos después un pequeño tramo por carretera.
Qué bien que haya parado de llover. 
Bonito pinar. 
Cuando los árboles se despejan tenemos buenas vistas hacia… 
…Vilanova dos Infantes. 
¡Sale el sol! 
La torre de Vilanova dos Infantes destaca desde lejos. 
Último tramo de bajada. 
Vilanova dos Infantes
En Vilanova dos Infantes conviene callejear un poco antes de dirigirse a la torre y comenzamos por la iglesia de San Salvador, justo a las afueras. La verdad es que está todo bastante cuidado y merece la pena la visita. Antes de subir a la torre picamos algo en unos bancos junto a ella. Ha vuelto a salir el sol.
Iglesia de San Salvador en Vilanova dos Infantes 
Entrando en Vilanova 
Hórreos 
Callejeando por Vilanova dos Infantes
En la torre nos hacen una breve explicación del lugar en el que estamos y visitamos las exposiciones que hay en cada planta sobre Castromao y la danza popular de la zona, pero lo mejor de todo, sin duda, son las vistas desde lo alto. Eso sí… ¡qué airecillo soplaba allí arriba!
Torre de Vilanova dos Infantes 
Panorámica desde lo alto de la torre.
Al salir de Vilanova dos Infantes vamos en busca del santuario da Virxe do Cristal, lugar tristemente conocido en los últimos tiempos porque en 2015 mataron a su párroco para robar la virgen de la iglesia, una de las más pequeñas del mundo y hecha en cristal. El caso está sin resolver.
Santuario da Virxe do Cristal
A partir de aquí la ruta se nos estropea un poco. El camino por el que pensábamos ir está cerrado por un inmenso muro infranqueable que nos hace dar la vuelta y nos obliga a terminar el recorrido por carretera. No es la forma más bonita de finalizar, pero acaba de ponerse a llover de nuevo y sí que es la forma más rápida de llegar de nuevo a Celanova.
Además, cuando salimos esta mañana de Celanova vimos a un pulpeiro instalándose junto a la terraza de un bar. ¿Seguirá allí? Pues sí. Brindar con unas cañas y un buen plato de pulpo delante es la mejor forma de terminar una ruta (más bien paseo) en la que nos ha llovido mucho menos de lo previsto y donde hemos podido conocer un montón de sitios con un gran interés cultural. ¡Hasta la próxima quedada!
Más información sobre esta ruta
Para hacer esta ruta nos inspiramos en una de las que aparece en el libro Galicia. Rutas con leyenda, de Sua Edizioak.
La entrada a la torre de Vilanova dos Infantes nos costó 1 €. También es muy recomendable la visita al monasterio de San Rosendo en Celanova, pero como nosotros ya estuvimos en él hace unos años, esta vez no lo visitamos.
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- Distance Instructions
Datos técnicos
- Longitud: 12,2 km
- Fecha de realización: 01/04/2021
- Desnivel de subida: 355 m
- Desnivel de bajada: 355 m
- Punto más alto: 727 m
- Punto más bajo: 419 m
- Tipo de recorrido: Circular
- MIDE / Severidad del medio natural: 2
- MIDE / Orientación en el itinerario: 3
- MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 2
- MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 3
Mapa
celanova_castromao_vilanova_dos_infantes
Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.
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