Esta noche he dormido fatal y creo que ha sido por los nervios. Me apetece muchísimo hacer la ruta que tenemos planificada, pero estamos muy justos de tiempo. La ruta es larga, los días cortos, y todavía nos quedan algo más de tres horas de viaje hasta el punto de inicio. Tras muchos cálculos, decidí que la hora límite para ponernos a caminar serían las doce de la mañana. ¡Y empezamos a las doce menos diez! Esperemos no tener problemas…

Hoy pretendemos subir al pico San Millán, en la sierra de la Demanda y techo de la provincia de Burgos. Vamos a hacerlo desde el área recreativa de Zarcia. Para ello tenemos que ir hasta el pueblo de Santa Cruz del Valle de Urbión y allí tomar una pista de tierra durante unos 6 km hasta el área.

La ruta comienza continuando por la pista junto al río Urbión. El sol de frente molesta un poco ya que la primera parte del recorrido, hasta la cima del pico San Millán, vamos a dirigirnos hacia el sur, pero también viene bien el poco calor que nos llega de sus rayos. Este tramo de pista sube de forma muy leve, es casi llano.

Dejamos a un lado un primer desvío a mano derecha y unos 600 m después, otro. Este será, aunque a esas alturas aún no lo sabíamos, por donde vamos a volver. Justo antes de este segundo desvío cruzamos el arroyo de Abanza, afluente del Urbión. Hay un puente a mano derecha, pero la primera vez no lo vimos y cruzamos el riachuelo haciendo equilibrios. A la vuelta sí que lo utilizamos.

Poco después cruzamos el río Urbión y continuamos subiendo dejándolo a nuestra derecha, aunque volveremos a cruzarlo varias veces y ya sin puentes. Casi sin darnos cuenta nos introducimos en un hayedo precioso. Los árboles que encontramos en las cotas más bajas todavía estaban bastante verdes, pero a medida que subimos van tomando tonos cada vez más otoñales.

El sendero es cada vez más estrecho e incómodo, en ocasiones incluso cuesta ver por dónde va, pero no hay pérdida posible: solo hay que seguir el río. La subida se va intensificando poco a poco y como hemos desayunado muy temprano, nos empieza e entrar un poco de hambre. Decidimos parar un momento para coger fuerzas, pero poco rato, porque al saber que vamos justos de tiempo estamos subiendo a toda pastilla. Me da un poco de rabia no poder disfrutar con calma del bosque, pero nos ha tocado hacerlo así…

El hayedo se termina casi de repente y nos vemos expulsados en la crudeza de la montaña. El viento y el frío son considerables y la pared que aparece ante nosotros con la cima cubierta por algunas nubes impresiona bastante. ¡Cuánto falta todavía por subir!

El camino es pedregoso, pero está bien definido con hitos. A nuestra espalda va quedando el hayedo del que venimos y otras laderas reforestadas, mucho menos bonitas. ¡Qué contraste! La pendiente que estamos subiendo es cada vez más y más intensa, igual que el viento y el frío.

A pesar de estar subiendo, al encontrarnos en una cara norte acabamos en sombra y necesitamos parar para abrigarnos. Poco a poco (aquí ya no es posible ir más rápido) acabamos alcanzando el collado del Portillo. Ya estamos por encima de los 2.000 m y sabemos que no nos queda casi nada.

Para llegar a la cima del pico San Millán hay que cruzar al otro lado del pico por la ladera norte ya que desde esa otra parte el acceso no tiene ninguna dificultad. El pico San Millán (2.131 m) se trata de una cumbre muy amplia con un gran vértice geodésico, buzón de cumbre y alguna construcción más. Pero tenemos un par de problemas: por una parte, el viento y el frío son tan fuertes que es imposible disfrutar de la cima. Ni siquiera podemos hacernos una foto juntos porque el aire tiraría la cámara. Hago cuatro fotos, casi sin saber a dónde apunto porque el frío en las manos es insoportable. El segundo problema es el hambre: ¡son las tres de la tarde y aún no hemos comido! Por suerte, la cima cuenta también con un pequeño vivac y optamos por comer allí resguardados del viento.

En cuanto terminamos de comer emprendemos de nuevo el camino lo más rápido que podemos. Estamos ateridos. Esta parte de la ruta vuelve a parecerme preciosa. Nos toca recorrer un tramo del cordal en dirección noroeste. Esto implica bajar un poco y volver a subir y mis piernas lo acusan. ¡Llevamos más de mil metros de desnivel encima!

En el collado de Sierra Llana abandonamos el cordal, pero seguimos bajando por una divisoria que continúa ofreciéndonos unas vistas maravillosas. Estas vistas van desapareciendo poco después de pasar por la majada de los Carneros, aunque el bosque que vemos desde aquí vuelve a ser otra de las maravillas de esta jornada.

En la majada Gárrula se nos presenta un dilema, ya que aquí hay dos formas de continuar la ruta. Una, probablemente la más sensata teniendo en cuenta la hora (aunque no conozco ese tramo), sería continuar de frente. Ese camino nos dejaría en la pista por la que empezamos esta mañana. La otra opción, que es la que nos tentó, es bajar por las cascadas de Altuzarra. Para ello giramos de forma brusca hacia el sur y descendemos a través de un pinar.

Tras ese pinar viene otro de los tramos más bonitos de la ruta… y también de los más peliagudos. El sendero en algunos puntos pasa a ser casi imperceptible y nos obliga a parar de vez en cuando para mirar bien hacia nuestro alrededor y decidir por dónde seguir. La pendiente es también importante, el suelo está lleno de raíces y rocas mojadas y cubierto de hojas caídas. Es el cóctel perfecto para caerse unas cuantas veces.

Pero por lo demás, el entorno es una maravilla. Este senderillo baja junto al arroyo de Altuzarra, que en este tramo forma tres cascadas. Esta región todavía está afectada por la sequía y hoy no lleva mucha agua, pero aun así me parece un lugar casi mágico. Cuando llegamos a la última cascada son ya las cinco y media. Queda media hora para que se ponga el sol.

Había visto una forma de volver desde aquí hasta la pista de forma bastante rápida y directa, pero no encontramos el camino, por lo que tocó seguir en el que estábamos… ¡que se puso a subir! Atravesamos un nuevo pinar y a continuación bajamos por un sendero entre matorrales que nos deja en la pista de esta mañana. Aunque cada vez hay menos luz, aquí ya estamos tranquilos. Conocemos el camino y lo que queda ya es muy sencillo.

La ruta ha sido una maravilla. Todo es bonito. El hayedo de subida, el de bajada, las vistas desde la cumbre, el recorrido por el cordal… Ha sido una pena no poder hacer la ruta al ritmo pausado que me suele gustar más, pero da igual. Solo por el día de hoy ya ha valido la pena el viaje hasta aquí.

Más información sobre esta ruta

Para hacer esta ruta nos inspiramos en el blog Atrochando. En cuanto la vi, supe que tenía que ir a hacerla.

La ruta no es excesivamente larga en kilómetros, pero el desnivel es importante y hay que tener en cuenta que los tramos por los hayedos son muy incómodos y se camina muy despacio, por lo que es fácil que la ruta nos lleve más tiempo del que imaginamos.

Si quieres ver más rutas en la provincia de Burgos, pincha AQUÍ.

Recuerda que en nuestro MAPA INTERACTIVO puedes encontrar otras rutas cercanas a esta que quizás te interesen...
01/12/2022 21:30
  • Distance Instructions
Label

Datos técnicos

  • Longitud: 14,7 km
  • Fecha de realización: 01/11/2022
  • Desnivel de subida: 1.230 m
  • Desnivel de bajada: 1.230 m
  • Punto más alto: 2.131 m
  • Punto más bajo: 1.018 m
  • Tipo de recorrido: Circular
  • MIDE / Severidad del medio natural: 3
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 3
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 3
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 4
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

subida_pico_san_millan_desde_zarcia

Información geográfica propiedad del Instituto Geográfico Nacional.