Llevamos casi tres semanas de viaje por el norte de España y con la ruta de hoy pretendemos ponerle el broche de oro a este bonito periplo. Ayer hizo un día terrible, llovió a cántaros en toda la zona y cuesta creer que se pueda cumplir el cambio de tiempo que anuncian los pronósticos, pero vamos a confiar en la ciencia y probar suerte, a ver qué tal se nos da el día.

Hemos dormido en Páramo de Sil y llegamos a Salentinos, desde donde parte esta ruta, sobre las ocho y media de la mañana. No hay demasiado sitio para aparcar un bicho grande como la furgoneta que llevamos, pero en la entrada del pueblo conseguimos dejarla en un lugar que no molesta. Si hubiésemos llegado más tarde, quizás habríamos tenido un problema.

El cielo sobre el pueblo está despejado, pero se ven nubes bajas hacia el este, exactamente donde se encuentran las montañas que pretendemos subir… En fin, terminamos de prepararnos y arrancamos. Ya iremos viendo qué pasa con esas nubes.

Comenzamos atravesando todo el pueblo de Salentinos. A estas horas todavía duerme, pero las flores de los balcones, algunos coches aparcados y la ropa tendida son claros signos de vida, al menos en esta época del año. Al final del pueblo cruzamos el río de Salentinos o de la Tejera sobre un puente en el que ya vemos una flecha que pone Catoute.

Los primeros 5 kilómetros de la ruta transcurren por pista y no suponen ninguna dificultad. No dejamos de subir, pero siempre de forma suave. Es un comienzo muy cómodo. Lo peor, quizás, sea llevar el sol de frente, pero qué le vamos a hacer. Así nos entretenemos menos haciendo fotos.

En el refugio de la Braña de Salentinos hacemos una pequeña parada. Le echamos un ojo al interior del refugio, que está muy bien, pero me enfado mucho al dar una vuelta por la parte de atrás. Está lleno de clínex… ¿De verdad es tan difícil meterlos en una bolsita y llevárselos de vuelta?

Seguimos subiendo, todavía por pista, hasta alcanzar una bifurcación. Volveremos por la pista que hemos recorrido hasta ahora, pero aquí comienza el tramo circular de la ruta. Cambiamos de rumbo y nos dirigimos hacia el sur. La pista desaparece, pero la senda es muy evidente. Mientras estamos subiendo vemos las diminutas siluetas de personas que ya están en la cima. También adelantamos a un grupo de tres personas.

Algo más arriba vemos a un perro que parece que ha salido de la nada. ¿Será del grupo que pasamos antes? No parece, no le hacen ni caso… El perro no para quieto, va un rato por el camino, se sale de él para pegarse un chapuzón en unas pequeñas lagunas… Se le ve en su salsa. Parece que domina el terreno. Al cabo de un rato dejamos de verlo.

La pendiente se va intensificando y pararse de vez en cuando para echar un vistazo hacia lo que está quedando atrás no es mala idea. El paisaje que nos rodea es tan bonito… Una vez en el collado previo a la cima del Catoute descubrimos las nuevas vistas. ¡Qué mar de nubes tan espectacular! Venga, ya no falta nada. Última subida hasta la cumbre. Quedan 100 metros escasos de desnivel.

Las vistas desde la cumbre del Catoute (2.112 m) son difíciles de describir. Hacía tiempo que tenía ganas de venir aquí y la sensación de haberlo conseguido es maravillosa. Y más después de la incertidumbre que nos han estado provocando las nubes durante toda la subida. No dejamos de hacer fotos, pero también nos sentamos a disfrutar de este lugar tan increíble. Además, ni si quiera hace frío.

Tras pasar unos 25 minutos en la cumbre, toca continuar. Si volviésemos por donde hemos venido no habría ningún problema, pero nosotros pretendemos recorrer un tramo de la cresta que se dirige al noreste y sabemos que tiene algún paso algo delicado. Comienzo yo buscando el mejor sitio para pasar y, una vez encontrado, Sergio viene detrás. Hay que ayudarse un poco con las manos e ir con cuidado, no sería nada conveniente caerse aquí, pero pasamos sin problema la zona más complicada. Todavía hay algún otro paso más de este tipo, pero yendo con cuidado y despacito, lo superamos bien.

Después, solo queda disfrutar recorriendo este maravilloso cordal. Aunque el Catoute es la montaña famosa de la zona, no es la más alta de hoy, sino el pico de la Cerneya (1.117 m). Aquí ya no nos paramos demasiado. Vemos a las nubes moverse tras nosotros a toda velocidad yendo y viniendo y no nos apetece que nos alcancen.

Tras la Cerneya toca bajar, claro, pero todavía nos falta una última subida a Peña Carnicera (en el mapa del IGN aparece como pico de la Rebeza). Sigo mirando sin parar a todas partes. Sé que me estoy pasando haciendo fotos, que probablemente esté haciendo la misma foto decenas de veces, pero es que me parece tan, tan bonito el paisaje que nos rodea y el recorrido sobre esta cresta…  Es difícil describir la sensación de felicidad que me embarga.

Una vez en Peña Carnicera (2.032 m) emprendemos el descenso definitivo. Ponemos rumbo al noroeste en busca del collado de Tierrafracio. Al principio la senda sigue siendo muy evidente, pero a medida que descendemos los matorrales son cada vez más abundantes. De todas formas, muchas veces los bordeamos y otras vuelve a aparecer una senda clara. No tenemos ningún problema para pasar, solo hay que ir algo atentos.

Al llegar al collado de Tierrafracio abandonamos este maravilloso cordal que hemos estado recorriendo. Eso sí, aquí sí que hay que estar pendientes de coger el sendero bueno y no equivocarnos con algún paso hecho por animales. Una vez cogido el camino correcto, no tiene pérdida.

Este sendero nos lleva a la pista por la que subimos esta mañana. Lo que queda ya es terreno conocido. Paramos al poco rato a comer en un banco de piedra muy bien situado a la sombra de un árbol y una vez rellenado el estómago, regresamos a Salentinos, donde ahora ya nos encontramos a varias personas. Un señor nos paró para preguntarnos de dónde veníamos y al explicarle la ruta que habíamos hecho nos dijo que qué pena que no hubiésemos seguido hasta la peña de Valdiglesia. ¡Con las piernas que tenéis!, nos dijo. Queda anotado para la próxima.

Y una última curiosidad: el perro que habíamos visto esta mañana cerca de la cumbre del Catoute descansaba ya tan tranquilo a la sombra de la cocina de su casa. Con esos paseos, tiene que ser un perro feliz. ¡Al menos yo hoy lo he sido mucho!

Más información sobre esta ruta

Descubrí la existencia del Catoute gracias al blog de Rutinas Varias. Además, sabiendo que es un gran conocedor de la zona y que hay varias formas de subir, le pedí recomendación y este recorrido fue su sugerencia. Desde aquí mi agradecimiento por haberme dado a conocer esta maravilla de ruta.

También aparece en el libro Alto Sil. 40 rutas a pie. Vol. 2, aunque el tramo circular lo hacen en sentido contrario. Buena parte de la toponimia la he obtenido de ahí.

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10/10/2021 22:01
  • Distance Instructions
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Datos técnicos

  • Longitud: 17,9 km
  • Fecha de realización: 03/09/2021
  • Desnivel de subida: 1.129 m
  • Desnivel de bajada: 1.129 m
  • Punto más alto: 2.117 m
  • Punto más bajo: 1.164 m
  • Tipo de recorrido: Piruleta
  • MIDE / Severidad del medio natural: 3
  • MIDE / Orientación en el itinerario: 3
  • MIDE / Dificultad en el desplazamiento: 3
  • MIDE / Cantidad de esfuerzo necesario: 4
→ ¿Qué es el MIDE?

Mapa

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