Hicimos este trekking de cuatro días por el Pirineo oscense a finales de agosto de 2021 y los consejos que voy a relatar a continuación están basados en nuestra experiencia. Aunque hablaré de esta ruta concreta, algunos de los apartados pueden servir para cualquier otra travesía de una duración similar.

Se llama Ruta de los 3 Refugios porque está concebida con la idea de dormir en los refugios de Estós, Viadós y Ángel Orús. Nosotros hicimos el recorrido en ese orden, pero puede hacerse en sentido contrario o empezando en el refugio que se quiera.

1. Reserva de los refugios

La época del año en la que podíamos hacer esta ruta era agosto, y aunque teníamos cierta flexibilidad en las fechas, es plena temporada alta, por lo que era recomendable reservar con antelación. En nuestro caso más todavía, porque aún estaba vigente la normativa Covid y los refugios tenían limitada su capacidad al cincuenta por ciento.

La reserva se hace de forma online en esta página web. Es muy cómoda, ya que puedes hacer la reserva de los tres refugios en el mismo trámite.

Hicimos la reserva dos meses antes. Nuestro primer intento fue un sábado por la noche, lo cual fue un error. En este tipo de reservas online, cuando empiezas a seleccionar fechas y refugios, durante un tiempo quedan guardadas y esas plazas les figurarán a otras personas como no disponibles. Si después no finalizas la reserva, volverán a estar disponibles para los demás. Si hay mucha gente haciendo esto, es fácil que cuando quieras reservar haya muy pocas plazas disponibles.

Teniendo en cuenta lo anterior, lo ideal es hacer la reserva cuando creas que habrá poca gente haciéndola. En nuestro caso fue un domingo por la mañana temprano. Lo mejor, antes de empezar a seleccionar fechas, es consultar si están disponibles las fechas que quieres para cada refugio. Por ejemplo, quizás quieres empezar el día 25 en el refugio de Estós, pero no hay plazas el 26 en el de Viadós. Tendrás que cambiar de fechas o ver si puedes hacer la ruta en otro orden. Una vez tengas claro que las fechas que quieres están disponibles, es la hora de hacer la reserva.

El precio es algo menor para las personas federadas. Una vez en los refugios es imprescindible presentar la licencia federativa junto con el DNI.

2. Mejor orden para hacer la ruta

Creo que esto es algo totalmente personal. Nosotros empezamos por la etapa más sencilla y terminamos por la más dura. Lo mejor es que estudies la distancia y el desnivel en un sentido y en otro y escojas lo que creas que más te conviene. Es una ruta muy conocida y hay mucha información en Internet. En este blog puedes ver cómo fue nuestra experiencia en cada etapa, pero hay muchos más.

Etapa 1: Del aparcamiento de Estós al refugio de Estós

Etapa 2: Del refugio de Estós al refugio Viadós

Etapa 3: Del refugio Viadós al refugio Ángel Orús

Etapa 4: Del refugio Ángel Orús al aparcamiento de Estós

3. Subida al Posets

Esta ruta permite subir al Posets, la segunda montaña más alta de los Pirineos. La subida más habitual, aunque hay otras opciones, es desde el refugio Ángel Orús. Si pretendes hacerlo, salvo que unas la subida con la siguiente etapa, tendrás que reservar dos noches en ese refugio. Nosotros dudamos mucho. Queríamos hacerlo, pero no sabíamos si cinco días de actividad nos resultarían muy duros o no.

Cuando llegamos al refugio Ángel Órús al finalizar la tercera etapa me arrepentí de no haber hecho esa reserva porque nos encontrábamos muy bien. Además, ya no había plazas, así que tampoco podíamos reservar allí mismo. Al terminar la cuarta y última etapa, en cambio, me alegré muchísimo de no haberlo hecho. La cuarta etapa me pareció la más dura de todas. En parte, supongo que por ser el cuarto día caminando, pero también por el gran desnivel negativo que supuso. Terminé sufriendo y con las rodillas bastante hinchadas. ¡Cómo habría acabado si hubiese subido al Posets el día anterior!

4. Comida

La reserva mínima que se puede hacer en los refugios es la media pensión, así que además del alojamiento es necesario incluir los desayunos y las cenas. Si se quisiera, se podrían reservar también las comidas o una bolsa de picnic para llevar.

Para las comidas durante las rutas decidimos llevar comida suficiente para los dos primeros días y comprar picnics para los dos últimos. No necesitamos comprar un picnic para cada uno. Nos resultó suficiente con un picnic y otro bocadillo más. Por supuesto, esto depende de lo que coma cada uno.

Creo que la alimentación y lo que mejor le siente a cada uno en la montaña son cuestiones muy personales. Nosotros llevamos bocadillos, chocolate, frutos secos y fruta.

Por cierto, la reserva de los picnics y bocadillos no la hicimos a través de la web. Fue posible hacerla en el momento de hacer el check-in en los refugios.

5. Agua

Los dos primeros días llevamos 1,5 litros de agua cada uno y para el tercero y el cuarto, teniendo en cuenta que las etapas eran más duras y largas, 2 l. Para eso utilizamos una botella de aluminio de 1,5 l y otra flexible de 0,5 l que llevamos en un bolsillo lateral para facilitar su uso.

Íbamos tranquilos con respecto a la cantidad de agua porque llevábamos también pastillas potabilizadoras por si se nos quedaba escasa.

6. Ropa y calzado

A la hora de elegir la ropa influye mucho la previsión del tiempo para esos días. En nuestro caso tendríamos buen tiempo y no estaban previstas lluvias salvo, quizás, alguna tormenta ocasional vespertina. Ojo, aunque haga buen tiempo en las zonas más altas y por la noche refresca bastante. Esto fue lo que llevamos:

  • 2 camisetas técnicas de manga corta (que sequen rápido)
  • 1 camiseta fina de manga larga (la usé por las tardes en los refugios)
  • 1 pantalón largo fino desmontable (para las rutas)
  • 1 mallas gruesas (para las tardes-noche en los refugios y por si algún día bajaba mucho la temperatura)
  • 1 chaqueta tipo forro polar fino
  • 1 chaqueta de plumas o Primaloft
  • Chubasquero
  • 2 pares de calcetines
  • 2 mudas de ropa interior
  • 1 camiseta de algodón para dormir
  • Guantes finos
  • Buff fino
  • Gorra
  • Botas
  • Chanclas

En esta lista está incluida la ropa que llevábamos puesta cada día. Al llegar al refugio nos duchábamos y lavábamos la camiseta, los calcetines y la ropa interior. Lo utilizamos todo salvo los guantes y el chubasquero, pero entiendo que son prendas que es imprescindible llevar por cuestiones de seguridad. Si hubiésemos tenido previsión de lluvia, habría llevado un Gore-Tex en vez de un chubasquero fino.

La ropa interior de algodón tarda más en secar que la sintética, pero para evitar rozaduras es mucho mejor el algodón.

Como fuimos en plena pandemia en los refugios no facilitaban calzado de descanso, por eso llevamos las chanclas. Después de la ducha las secábamos y las utilizábamos el resto de la tarde.

7. Qué llevar en la mochila

En este tipo de travesías el peso de la mochila es crucial, por lo que hay que pensar muy bien si lo que estamos llevando es necesario o no, pero sin escatimar en seguridad. Por otra parte, hay cosas que tiene que llevar cada uno, como el cepillo de dientes, pero otras que se pueden compartir, como la pasta. Nosotros fuimos dos, y esto es lo que llevó cada uno:

  • Bastones (los utilizamos todo el tiempo, así que nunca cargamos con ellos en la mochila)
  • Documentación (DNI, tarjeta sanitaria, tarjeta de crédito y licencia federativa)
  • Móvil
  • Cepillo de dientes
  • Linterna frontal (con pilas de repuesto o cable cargador)
  • Tapones para los oídos
  • GPS y pilas de repuesto
  • Cámara de fotos y batería de repuesto
  • Mascarillas
  • Gafas de sol
  • Saco (En los refugios suele haber mantas, pero en pleno verano Covid no las había. Si las hay, con un saco sábana sería suficiente)
  • Pañuelos de papel
  • Bolsitas para los pañuelos usados
  • Botella de agua de 1,5 l y botella flexible de 0,5 l
  • Toalla de microfibra
  • Manta térmica
  • Medicación personal

Y estas, las cosas que compartimos:

  • Dinero en efectivo (Importante, ya que hay refugios que no aceptan pago con tarjeta)
  • Botiquín
  • Pastillas potabilizadoras
  • Protección solar
  • Pasta de dientes
  • Peine (ocupa mucho menos que un cepillo)
  • Desodorante
  • Gel (lo utilizamos también para la ropa)
  • Cargador del móvil
  • Navaja multiusos
  • Mapa
  • Brújula
  • Libreta pequeña y boli
  • Baraja de cartas

Como en todo, cada uno debe adaptar esta lista a sus necesidades. Por ejemplo, no es imprescindible llevar cámaras de fotos o una libreta, pero tengo un blog…

Hubo dos cosas que no llevamos y que si repitiese la ruta, añadiría sin ninguna duda. Por una parte, 5 o 6 pinzas para la ropa por persona. Todos los refugios contaban con algunas cuerdas donde tender ropa, pero como hiciese algo de aire acababa en el suelo. En uno de ellos acabamos poniendo la ropa a secar sobre unas rocas al sol.

Por otra parte, también me llevaría un pequeño libro de bolsillo que pese y ocupe poco. Como se empieza a caminar temprano, lo normal es pasar varias horas por la tarde en los refugios que en algún momento se pueden hacer largas.

8. Cómo organizar la mochila

No es necesario que la mochila sea demasiado grande si va bien ordenada. La mía era de 34 litros y fue suficiente.

Algo que nos resultó muy práctico fue meter la ropa en bolsas con cierre zip, de las de congelar. En una, la ropa y interior y calcetines, en otra, la ropa del día siguiente… Además de ir protegida por si se moja la mochila, se les puede sacar bastante el aire y hacen que todo ocupe menos. Y no solo la ropa, también las pilas de repuesto, la linterna… Es importante que nada se moje.

En el fondo de la mochila metimos los sacos, a continuación la ropa que no vamos a utilizar y las cosas de aseo, y más a mano el botiquín, la ropa de abrigo que nos quitaremos y pondremos a lo largo de la ruta y la comida.  En cuanto al agua, una botella dentro de la mochila y pegada a la espalda y otra pequeña que vamos rellenando en un bolsillo exterior.

En los bolsillos, cosas más pequeñas que es cómodo llevar a mano: móvil, pilas, protección solar, pañuelos, gafas…

9. Cuidado de los pies

Vamos a pasarnos cuatro días caminando y cargando con cierto peso. Como nos hagamos una ampolla el primer o segundo día, corremos el riesgo de arruinar la experiencia.

Para que eso no ocurra, recuerda que es imprescindible llevar un calzado que ya tengamos amoldado a nuestro pie. Nada de estrenar botas. En cambio, los calcetines, cuanto más nuevos, mejor. Los calcetines suelen ser unos grandes olvidados a la hora de seleccionar material bueno y vale la pena invertir en unos de calidad.

Al llevar unas botas que ya conoces bien sabrás si tienden a rozarte en alguna zona. Protege esas zonas de forma especial echándote vaselina o cubriéndolas de esparadrapo.

10. Cobertura

Supongo que dependerá del modelo de móvil o de la compañía telefónica, pero nosotros no tuvimos nada de cobertura desde que empezamos la travesía hasta empezar a acercarnos al refugio Ángel Orús. Ese fue también el único refugio en el que tuvimos cobertura (y en los otros tampoco hay WiFi).

11. Meteorología

Siempre es necesario consultar la previsión meteorológica, pero en la montaña, aún más. La ropa que escojamos va a venir determinada en buena parte por el tiempo que vayamos a tener. De todas formas, recuerda que por muy buen tiempo que vaya a hacer, el recorrido sube hasta más de 2.800 m de altitud y lo más probable es que ahí haga viento y frío. ¡Y el tiempo en montaña puede ser muy cambiante!

Las tormentas también son frecuentes por las tardes de verano, así que lo mejor es madrugar y terminar la jornada prontito.

Las páginas en las que consultamos la previsión meteorológica fueron la sección de montaña (Pirineo oscense) de la AEMET, Meteoblue y La meteo que viene.

12. Orientación

El recorrido está muy bien señalizado y siempre sigue el GR 11 o la variante GR 11.2. De todas formas, un GPS siempre es un buen elemento de seguridad. No soy muy partidaria de usar el móvil como GPS porque creo que es imprescindible tenerlo siempre con la batería a tope por si te ves en una situación de emergencia. Si aún así lo vas a utilizar, es importante llevar una batería extra.

En cualquier caso, las tecnologías siempre pueden fallar o estropearse, así que un mapa y una brújula (y saber utilizarlos) me parecen fundamentales.